Iniciado por
tomas0402
Hace tiempo que me dado cuenta de una cosa; la Biblia estará inspirada por Dios, pero cada uno la interpreta según le convenga.
Te lo voy a demostrar:
Yo te he citado unas palabras de Jesús que hablan explícitamente del infierno. Eso es así.
Claro; asociar una cosa tan mala con la bondad de Dios, resulta un tanto grotesco.
Vamos a suavizar la cosa. Cojamos la palabra Infierno y de todas las traducciones posibles, damos la más suavecita.
Pero nos queda dos palabras más: llanto y crujir de dientes.
¡Cómo camuflamos esto! No se puede camuflar.
Puestos a cambiar las palabras de Jesús, yo soy el primero.
Jesús sabía que no había Infierno, pero amenazó con él para que no hubiera malos.
Jesús sabía que no había Cielo, pero lo prometió para que la gente fuera buena.
Puestos a interpretar, cualquier hijo de vecino lo hace.