Fantasias en tiempos de cuarentena
Era un día más por la tarde, cercana a la hora del atardecer, mientras me encontraba sentada en la orilla del mar, jugaba con la arena y las olas del mar, me recosté a esperar... que el mundo cambiara hasta quedarme dormida...
De pronto empecé a sentir como algo me ocasionaba un cosquilleo en mi pierna derecha y de pronto subía y bajaba lentamente a través de mi abdomen, hacia una pausa casi al llegar a mis pechos, los tocaba suavemente con la punta de sus dedos se detenía por un momento bajaba de nuevo, tocaba mi ombligo, formaba círculos alrededor y subía a mis pechos... de pronto empezó a jugar con mi pezón izquierdo entre suaves y fuertes pellizcos y bajaba de nuevo rozaba con sus dedos a través de mi ropa interior ese lugar que aclamaba sus dedos, quería sentir su toque, sus caricias; sentía cómo aumentaba la temperatura dentro de mi, la excitación y el deseo, la lujuria se estaba apoderando de mi, y solo podía pensar en que quería que me quitara hasta el último pedazo de tela de mi ropa interior, que me tomara y me hiciera suya.
Cuando menos pensé me encontraba moviendo mis caderas en busca de su toque, pero su mano solo daba vueltas alrededor de mis labios hasta que se abre paso a través de ellos y comienza a masajear mi clítoris, primero suave con leves giros aplicando presión de arriba abajo mientras introduce su dedo medio a través de mi vagina y siento lo mojada que estoy... entra y sale, entra y sale y me acaricia el clítoris, los labios con mis propios fluidos, estoy tan mojada, deseándole cada vez más dentro de mí... Aumento la velocidad de mis caderas contra su mano y* siento ahora no uno sino dos dedos dentro de mi vagina como entran cada vez más profundo y mientras con su mano izquierda sujeta fuertemente mi seno y con su boca atiende a mi otro pezón succionando, mordiendo, chupando y lamiendo una y otra vez, siento como me vuelvo loca por deseo, placer y lujuria.
Comienzo a sentir como mi cuerpo se tensa, mis pezones adoloridos de tanta excitación, mi garganta seca de tanto gemir, mi visión se nubla y en ese instante mientras él me masturba y juega con mis senos alcanzo el orgasmo y me libero a través de un grito sofocado por sus besos...
...despierto sola, hace frío y el sol se ha ido.
