Cuando Jesús nació, el pueblo aún no conocía la Ley que realmente había dado Dios porque había sido cambiado en mentira por la pluma mentirosa de los escribas (Jeremías 8,8). Y Jesús, cuando predicó el Evangelio nos reveló los mandamientos que realmente habían sido dados por Dios desde el principio.
Entonces, las leyes que mandaban hacer sacrificios fueron anuladas por Jesús cuando predicó el Evangelio. Y Jesús las anuló porque no eran mandamientos de Dios sino preceptos de hombres, pues Jesús dijo que Él no había venido a abolir la Ley de Dios y que de la ley no pasaría ni una jota ni una tilde (Mateo 5:17-18).
Cita:
Los Israelitas observaban el sábado
hoy los cristianos no observan el sábado
El cuarto mandamiento decía:
“Acordándote del día del sábado
para tenerlo sagrado,
seis días has de prestar servicio
y tienes que hacer todo tu trabajo.
Pero el séptimo día
es un sábado
a Jehová tu Dios.
No debes
hacer
ningún trabajo,
tú,
ni tu hijo,
ni tu hija,
ni tu esclavo,
ni tu esclava,
ni tu animal doméstico,
ni tu residente forastero
que está dentro de tus puertas”. (Éx 20:8-10.)
Ese mandamiento no lo enseñó Jesús cuando predicó el Evangelio. Jesús enseño los demás mandamientos no matarás adulteraras no dirás falso testimonio honrarás a tu padre y a tu madre..., pero el mandamiento de no hacer obra alguna en día de reposo que además permitía tener siervos o esclavos, no lo recordó Jesús cuando le dio los mandamientos el hombre rico. Y eso es porque no era un mandamiento dado realmente por Dios sino precepto de hombres.
Cita:
Iniciado por
Elisabet*
Ahí es donde te confundes, pues no entiendes que la Ley que Dios dio a Moisés es la Ley de Cristo y no otra, porque Jesús dijo que no había venido a abolir la ley y los profetas y nos dijo que la ley y los profetas era hacer con los hombres lo que queráis que ellos hagan con vosotros (Mateo 7:12).
Y es que la Ley de Dios había sido cambiada en mentira por la pluma mentirosa de los escribas (Jeremías 8:8), y Jesús restableció la Ley que fue verdaderamente dada por Dios a Moisés y al pueblo de Israel, que es la Ley que enseña el Evangelio y sus misericordiosos mandamientos.
Para que veas que la Ley de Dios fue cambiada en mentira por los escribas, lee lo que recuerda Roberto: