Iniciado por
Juan E
La profundidad de la Madre Tierra me está esperando
hacia allí voy yo, el que ya no soy, el que alguna vez fuera,
el que amó y fue amado con pasión,
y mientras desciendo me siento renacer por completo
volviendo a su vientre fecundo y fresco
para alimentar a álamos y rosas
gusanos e insectos.
La comunion es total ahora,
me toca a mi ofrecer el cáliz de mi cuerpo
para entregarle a la nueva vida
mi carne, mi sangre, mis huesos.
Eterna rueda que gira incansable
eterna Madre que me recibe con sus brazos abiertos
Madre generosa que me toma por completo,
no para adueñarse de mi muerte,
sino para sentir al amor de nuevo
al entregarme a la vida
en aquella aterciopelada rosa,
o en el ave que levanta vuelo.
Ya no soy el que era,
pero mi semlla en mi Madre queda
germinando en amores y fresas.