Testimonio de un ex Mormón 1ra parte.
Creo que valdría la pena oir a alguien quien conoció muy bien al Mormonismo y que se desencantó con ellos, para ver que nos cuenta, claro que no va a decir nada positivo pues es una persona desencantada, pero sin embargo está en su derecho de ser escuchado:
Extractos del testimonio por Richard Packham un ex Mormón:
"Tercera, la iglesia mormona se está volviendo más importante y más poderosa en nuestra sociedad. En mi estado (que, a diferencia de Utah, no se considera como un estado “mormón”) es ahora la segunda denominación religiosa más grande. Nuestro actual Senador es un mormón devoto. Los mormones ocupan influyentes posiciones en nuestros gobiernos estatal y nacional, más allá de la proporción a su población en los Estados Unidos. La iglesia se ha convertido en una empresa financiera súper rica, con negocios de billones de dólares y propiedades por todo el país –un hecho del que la mayoría de los no mormones no está conciente-con un amplio (usualmente invisible) margen de influencia sobre muchos aspectos de la vida americana. Sus ingresos se estiman. De fuentes fidedignas, en millones de dólares por día, no solamente de sus miles de negocios sino también de sus miembros fieles, a quienes se requiere que donen, un mínimo del diez por ciento de todos sus ingresos, a la iglesia.
La iglesia mormona se jacta de su rápido crecimiento. Este crecimiento, además de su postura a favor de las familias grandes, se debe a que mantiene un gran cuerpo de misioneros voluntarios de tiempo completo, que son una fuerza de ventas bien entrenado y totalmente adoctrinado, cuyo único propósito es traer más gente a la iglesia. Su meta no es convertir, sino enrolar; no enriquecer las vidas, sino bautizar; no salvar las almas pecadoras, sino agrandar las listas de miembros. Esta fuerza misionera no está dirigida por cuidadosos clérigos, sino por exitosos hombres de negocios, porque el esfuerzo misionero mormón es un negocio, y uno muy exitoso, cuando se le juzga por las normas de negocios. Pero la meta última de la iglesia, declarada públicamente por los primeros líderes José Smith y Brigham Young (pero no tan públicamente mencionada por los líderes mormones más recientes), es establecer el Reino Mormón de Dios en América y gobernar al mundo como los representantes nombrados por Dios. La iglesia ya es influyente para hacer política, como se demostró no hace mucho cuando se derrotó la Enmienda de Igualdad de Derechos, con la ayuda decisiva de la iglesia mormona.
Para mí, la posibilidad de que la iglesia mormona pueda controlar a Estados Unidos es una perspectiva aterradora. Esas son algunas de las razones más importantes de por qué aun estoy vitalmente interesado en el Mormonismo y la iglesia SUD".