Iniciado por
charpe
Supongo que depende de como entiendas las cosas.
Nuestra petición de matrimonio (de mi esposa y mía, no contigo) duro muchos meses. Es algo que se construyo poco a poco, no fue una mera ilusión (que si fue en parte ilusión), se fue haciendo viable conforme nos conocíamos, mientras aprendíamos lo que el otro pensaba y como lo pensaba, intercambiamos ideas e ilusiones, hasta que hicimos una sola.
No use, ni usamos estadísticas. Pero en nuestras platicas mencionábamos lo que veíamos que hacían los demás, nuestras familias, conocidos, la gente que veíamos en la calle.
Un día iniciamos una costumbre. Los sábados almorzábamos juntos en el local donde tenia el taller. Ella traía la comida preparada, o los ingredientes y preparábamos juntos en una parrilla eléctrica, improvisábamos una mesa con una tabla y una par de cajas de cartón (el espacio era pequeño pero al mismo tiempo era acogedor) y mencionábamos lo hermoso que seria vivir así, con eso bastaría estando juntos (aunque creo que mas nos referíamos a sentirnos así juntos). En la puerta de la tienda se colocaba una mujer a vender cacahuates (maní), tenia con ella a dos de sus hijas, de dos y cuatro años, un día las añadimos a nuestros almuerzos. Era divertido, era tierno, era un ensayo, por un par de horas. Esa mujer se convirtió en nuestra comadre, pues somos padrinos de esas niñas.
Eran nuestras emociones lo que nos conducía, pero no lo dejamos al azar. Construir nuestro proyecto de vida fue parte del proceso.