Y pese a todo este hilo, jamás había leído cosas tan impresionantes de autores que fumaban marihuana y consumían variadas drogas, como Deleuze y Guattari, Simondon, y Bergson; mientras que en el mundo sobran conservadores como Eduardo Feinmann que evitando toda "sustancia inmoral" o demás descalificativos para estos elementos, que aportan diarrea de sus bocas los conservadores.
Lleno de espiritualoides que ni fuman ni toman ni nada, y son imbéciles que reproducen el sentido común con nada más que clonaciones de la masa.
Pero sin irme de tema, artistas admirables que revolucionan la música, y son personas que consumían drogas. Filósofos que han ofrecido nuevas perspectivas con las cuales se ha podido expandir mejores explicaciones a dilemas éticos y científicos.
Crick fue un biólogo molecular, biofísico y neurocientífico británico, principalmente reconocido por descubrir la estructura de la molécula de ADN en 1953, junto a James Watson —gracias a los aportes de Rosalind Franklin—, lo que le valió su Premio Nobel.
Crick le contó a varios amigos y colegas acerca de su consumo de LSD cuando estaba trabajando en la molécula de ADN, y dijo que esta droga psicodélica tuvo su influencia en el hallazgo de la ahora famosa molécula helicoidal. En una entrevista de 2004, uno colega y amigo de Crick aseguró que entre los académicos de Cambridge era frecuente el uso de LSD en pequeñas cantidades, «como herramienta de pensamiento».
En 1863, el químico francés Angelo Mariani inventó una bebida llamada Vin Mariani, que contenía vino y extractos de hoja de coca, que se volvió muy popular entre artistas e intelectuales de la época. El efecto que producía al beberla era similar al de la cocaína, pero potenciado al ser ingerido en forma líquida. Thomas Edison fue uno de los más conocidos bebedores habituales de Vin Mariani, ya que según Edison, la bebida lo ayudaba a permanecer despierto por más tiempo.
En 1974, cuando Steve Jobs estaba comenzando su carrera, viajó a la India junto con un compañero de la universidad, con la intención de buscar la iluminación espiritual. Después de 7 meses en ese país, Jobs regresó a EE.UU. y cambió su apariencia: se cortó el pelo y comenzó a vestir ropa tradicional india. También se convirtió en practicante del budismo Zen, se dedicó a la meditación y, naturalmente, experimentó con drogas psicodélicas. Años después, Jobs diría en una entrevista que probar LSD «fue una de las dos o tres cosas más importantes que hice en mi vida».
Otro gurú tecnológico que experimentó con LSD fue Bill Gates, aunque fue mucho más reservado que Steve Jobs al respecto. Gates reconoció haber probado LSD en una entrevista con Playboy, pero en ella nunca lo dice abiertamente, sino que deja entrever que así fue.
Lo que resulta curioso, ya que antes Steve Jobs había dicho sobre Bill Gates que «no tenía imaginación» y que «sería un tipo más abierto si de joven hubiera probado ácido». Jobs sin duda no había leído esta entrevista.
Sagan:
El reconocido astrónomo, cosmólogo, astrofísico y divulgador científico (entre otras cosas), fue también un consumidor habitual de marihuana y un promotor de su uso para propiciar nuevas experiencias intelectuales. Sagan incluso llegó a utilizar un seudónimo (Sr. X), bajo el cual escribió un ensayo hablando de los beneficios de fumar marihuana, que fue incluido en el libro Marihuana Reconsidered de 1971. Allí cuenta entre otras cosas cómo la marihuana ayudó a inspirar algunos de sus trabajos.
Pero ey, sigamos siendo unos dinosaurios con discursos basura a lo Enrique Santos. Sigamos tiñendo de psuedo explicaciones científicas moduladas con estructuras de la modernidad lo que en realidad son moralismos resentidos de viejerío choto. Sobran personas con hábitos sanos que no son más que fachos amargados que pasarán por la vida escupiendo su borreguismo, y, seguirán habiendo grandes artistas y grandes científicos que consumen drogas para añadir otras axiomáticas a los pensamientos cerrados de sus colegas que estancan todo en sistematizaciones inertes y cuadradas.
De hecho hay gente que culparía a las drogas de la delincuencia debido justamente a el facilismo burro de derivar las complejidades sociales a una sola entidad.
Y pese a todo este hilo, jamás había leído cosas tan impresionantes de autores que fumaban marihuana y consumían variadas drogas, como Deleuze y Guattari, Simondon, y Bergson; mientras que en el mundo sobran conservadores como Eduardo Feinmann que evitando toda "sustancia inmoral" o demás descalificativos para estos elementos, que aportan diarrea de sus bocas los conservadores.