.. al final, la vida sigue ... igual?
En un punto de la vida la mayoría de los adultos observamos el día, la época y la generación que somos, concluyendo en nuestro pensar en lo mismo que hace milenios, lo hacía la gente, podemos citar dos casos registrados de hombres muy diferentes, diametralmente distintos, irreconciliablemente ajenos en sus objetivos de vida.
Uno es un Rey, fuera de cualquier leyenda fue muy sabio, llevó a su nación al apogeo del poder en su tiempo, sin convertirse en imperio, ya que su nombre significaba “pacífico” y su reinado fue así.
El otro es un pescador de un pequeño mar mediterráneo, inculto, áspero, talvez intimidante en su presencia, cuya única virtud fue haber conocido a Dios hecho hombre, cuando caminaba sobre la tierra.
El rey: “Ec. 3:15Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya;” si este sabio fuera solo leyenda no habría esta sencilla frase que dice en lo más básico <la vida sigue igual>.
<Lo que fue ya es> Estos son los ciclos de la naturaleza y de las redundancias humanas, es decir, el hombre no desiste de lograr algo, de batir un record, si hay algo que hace la suma de la valía humana es eso, aunque colateralmente hemos almacenado mucho conocimiento y recursos en cada intento, el impulso elemental fue y será el mismo, lo aplicable satisface solo las necesidades al hombre en su momento, otros lograrán esas mismas satisfacciones de otra forma, seguro equivalentes en calidad y grandiosidad pero en realidad en lo que ahora pretendemos ser “pioneros” es probable que en el más remoto rincón del planeta otro lo ha superado.
<Lo que ha de ser fue ya> Este es el futuro, considerando la fecha de este Rey estaría hablando de nosotros, de lo más alto de nuestros logros, la conquista del espacio.
Acá estamos “invadiendo” el reducto marciano, reclutando colonizadores para el planeta rojo y, ya lo han cartografiado, las superpotencias ya han delimitado sus fronteras, un día seguro que otra vez pelearán por ellas, habrán regímenes, emancipaciones, cruzadas, oscurantismos, etc., de una nueva estirpe humana que modificará su apariencia externa al vivir fuera de su hábitat original y veremos cómo se convierte el hombre en “ET”; (a esta idea personal más de un “Atlante” desde su facebook espacial le dará un “me gusta”).
Finalmente es lo mismo, el hombre importará a donde vaya todas sus virtudes y defecciones, sin importar los portentos tecnológicos que ahora son nuestra ficción y que seguro podremos materializar, al final nuestros fines no cambian, desde un árbol caído hasta el sillón del capitán de la “Enterprise” ambos deben dar comodidad a nuestras posaderas; aunque la ilustración es rudimentaria, también sabemos que lo más sofisticado que pretendamos “crear” seguro ya existe en alguna forma de vida aún desconocida o en el orden y función de los elementos del universo.
El pescador: “II P. 3:3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
Solo un hombre que anduvo con el Hijo de Dios sobre la tierra, puede probar esto, al expresar con tanta consistencia la actitud y conducta de nuestro siglo, con respecto a las promesas de Cristo para los que le creen, y, aunque no les agrade a algunos la profecía, eso no lo desvirtúa.
<En los postreros días> Mientras más cerca estamos al extremo final de esta era, son más estridentes las voces de burla y menosprecio hacia lo divinamente inspirado, pues en un afán de satisfacer sus <concupiscencias> se divierten con perversa mentalidad, esgrimiendo el argumento de que “la vida sigue igual” lo cual es correcto desde la perspectiva del Rey sabio respecto a los hombres, pero esto viene a ser ambiguo al insinuar que Dios está restringido a nuestras redundancias, porque que solo con Dios es que habrá un verdadero progreso para la humanidad, pues mientras el hombre aspira a tragar polvo rojo en Marte, Dios ya ha anunciado que creará un nuevo universo, por el que en cuerpos celestiales habitarán los otrora mortales.
<¿Dónde está la promesa de su advenimiento?> Han oído de esta promesa dos mil años y dicen para su satisfacción personal: <queremos ver!, evidencias!!, datos !!!> pero, son ciegos a las profecías previas que ya están cumplidas, no ven la evidencia de un Israel que con una décima parte de sus enemigos otra nación ya no existiría, menosprecian los “datos” de la revelación Bíblica, porque no diferencian un evento histórico de un fenómeno químico dentro de un matraz.
Aunque lleguen a aceptar que hubo una creación, solo contemplan el flujo de las generaciones que terminan sin mayor trascendencia, augurándose por “lógica” lo mismo, no observan la suma de los eventos que han configurado la mentalidad que descarta una intervención divina en nuestra historia, ni antes ni después, neciamente se miran a sí mismos como gestores de su propia cosmovisión a la que intentan subordinar la realidad.
< Estos ignoran voluntariamente,> he aquí el desprecio a la revelación que habla de que ya hubo un juicio ante la maldad humana, consecuente con el cercano origen de las especies: <que proviene del agua y por el agua subsiste,> siendo así que: < por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua;> hablando del diluvio, por el que se le dio una segunda oportunidad a la humanidad; es asombroso que un sencillo hombre de las riveras del mar de Galilea, exprese tal concepto de la mejor biología, para predeterminar desde la mejor astronomía que el juicio de Dios por el fracaso de la segunda oportunidad, que ahora casi palpa su final, sea por fuego y, es que él fue inspirado en su espíritu para saber cómo el sol resecaría la tierra en lo que hoy llamamos “calentamiento global” para finalmente lamerla con sus poderosas ondas de calor reduciendo a cenizas todas las obras humanas:
< en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.>
Este es el fiel argumento del fin … de este universo.
Los < hombres impíos.> los que ignoran voluntariamente la palabra de Dios y no dejan que otros alcancen este conocimiento de la revelación, trabajan duro en promover el “escepticismo”, ha hecho su reservación para experimentar en primera fila tales eventos, al final sus ojos se saciarán de “ver” pero no podrán contarlo, después de todo a quién impresionarían? si por dos mil años sabíamos que esto pasaría.
¿Ahora qué piensa usted? ¿Puede rectificar su punto de vista y depurar su conciencia de la ambigüedad y sofismo de la necedad ilustrada?
… Su eternidad está en juego, no apueste a la burlona negación del hombre extraviado de si mismo …;)
