Un fundamento sólido: En qué creer

Como puede verse en los foros de religión, existen miles de puntos de vista diferentes sobre todo asunto relacionado con Dios. La vida religiosa de cualquier creyente se basa en dos cosas fundamentales:

1) las doctrinas: que son las enseñanzas o conceptos sobre asuntos religiosos, como quién es Dios, qué debo pensar sobre la Biblia, qué le sucede al hombre cuando muere, quién es Jesucristo, qué es el espíritu santo, qué sucederá en el futuro, etc. (a ésto se le suele llamar "credos" o creencias) ... y

2) las prácticas: qué debo hacer para salvarme y qué no debo hacer para ser del agrado de Dios, hasta qué punto debo cambiar mi personalidad para ajustarla a un siervo verdadero de Dios, cómo "perfeccionar" mi conducta, hasta qué punto debo mejorar, qué prácticas debo abandonar, etc, etc, etc.

Esos dos puntos son la esencia de todo sistema religioso. Pero ambas cosas son muy amplias; cada una de ellas abarca decenas de otros aspectos, y la verdad es que hay opiniones tan variadas y contradictorias sobre cada uno de esos aspectos, que es completamente imposible que todas y cada una de las formas de entenderlos sea parte de la VERDAD que deberíamos aceptar.

Han surgido miles de grupos, movimientos, sectas, religiones, organizaciones, etc, y cada uno de esos grupos (pequeños o grandes) se han trazado CREDOS FIJOS inamovibles, que han considerado como sus lineamientos básicos. En base a ellos viven, debaten, etc.

Pero: cuál es la base real que debe tener un grupo de creyentes para poder ser considerados del agrado de Dios? También podríamos preguntarnos: de dónde salen los "credos" de esos grupos realmente? Quiénes decidieron que ciertas creencias o prácticas fueran las indicadas como verdaderas? Son esas creencias tan seguras que no se puede considerar el caso de que estén equivocadas? Quién decide si una creencia en un grupo debe ser rectificada o no? De dónde salió la autoridad para determinar una creencia como VERDAD?

Una cosa que es común a todos los creyentes es precisamente el hecho de creer que Dios es una persona real (no una persona humana, sino una persona espíritu) independiente de nosotros mismos. Considerar a Dios como una persona real, nos dá al menos la sensación de que nuestras vidas personales, incluídas creencias y estilo de vida, de cierto modo están siendo supervisadas por Él, y que al final, es Él y no nosotros mismos quién va a determinar si lo que creímos o hicimos era verdadero.

En base a lo anterior, podemos entender que la VERDAD no es patrimonio de una persona o grupo de personas. La VERDAD es independiente de lo que cada uno de nosotros pueda considerar como cierto. Aun si una persona estuviera "enseñando" la verdad con sus palabras, si lo que enseña proviene de Dios o está involucrada la verdad que viene de Dios realmente, ENTONCES no es importante quién es la persona que está hablando, sino cuál es la idea detrás de sus palabras y si Dios está usando a esa persona para que entendamos mejor algún aspecto que estamos insconcientemente anhelando por comprender.

Esto nos deja en el punto en que nada de lo que está en nuestras propias cabezas es verdadero por el simple hecho de que somos nosotros los que lo pensamos. Nosotros no tenemos importancia real en lo que respecta a la VERDAD, porque si la verdad está en nosotros, nosotros somos solamente portadores o intermediarios de esa verdad que no se origina en nosotros mismos.

Cuando revisamos los discursos de Jesucristo, uno que enseñó la verdad, vemos que su actitud hacia lo que enseñaba siempre fue precisamente esa. Y sin embargo, él sí sabía de lo que hablaba. Si él estaba tan conciente de que sus enseñanzas eran independientes a sí mismo ... cuánto más debe un cristiano estar conciente de que no es nuestra cabeza la que elabora una verdad, sino que la adoptamos (gracias a Dios) por una comprensión de algo que hemos analizado de otro lado???

Ahora: de dónde estamos sacando lo que estamos analizando para ver si es verdad o no, o que incluso aseguramos como verdadero? Cuán seguro es de que lo que dice esa fuente no está contaminado de error o de mentira? De dónde viene la autoridad de esa fuente? Estamos dándole demasiada importancia a nuestras propias ideas, al punto de poner un impedimento a que nos involucremos realmente con la verdad?

Hablando sobre la fuente de lo que aceptamos: muchos creen que sus creencias están bien fundamentadas, y es obviamente por eso que las defienden, pero en realidad: de dónde salieron esas ideas que defiende?

Si Dios existe, como es lógico que un creyente (e incluso un agnóstico) piense, debemos analizar la cuestión de si Él habrá dado a la humanidad una forma de conocer la verdad. Muchos creen que no ... que a Él en realidad no le importa mucho que los humanos estemos divagando acerca de las cosas relacionadas con Él y con la verdad sobre los asuntos fundamentales que nos conciernen.

Eso deja a los que así piensan, en la difícil situación de estar buscando por diferentes vías, toda la información que necesitan para satisfacer su necesidad de conocimiento verdadero. Como ponen a Dios "lejos" de nuestros esfuerzos por adquirir conocimiento, al punto de creer que Él está totalmente ajeno a lo que creamos, ponen su atención en toda clase de filosofías humanas, extrayendo de ellas lo que a modo personal consideran "idóneo". En realidad la confianza de estas personas está puesta en el propio pensamiento humano.

Sin embargo, estas personas pasan por alto un asunto muy importante: así como existe la verdad sobre todo asunto (aunque la verdad completa siempre está en el horizonte), también existen personas que desean propagar la mentira por razones particulares. Entre esas personas, hay muchas que son seres espirituales, como Dios mismo es, que se han puesto en oposición a su propósito. Estos seres influyen notablemente en el pensamiento humano, y aunque a veces pensemos que la fuente de nuestras ideas es filosofía humana, en realidad está viciada con la influencia de esos seres espirituales, que en realidad desconocen muchos aspectos relacionados con el propósito de Dios.

Puede una persona darse cuenta cuando una información está influenciada por esos enemigos de Dios y de la verdad? Y: vale la pena que en vez de buscar la forma que tiene nuestro Creador de comunicarse con nosotros, optemos por seguir filosofías humanas, y defendamos esas filosofías como si fueran infalibles?

Otras personas creen que el pensamiento divino es algo a lo que se puede arribar por medio de instrospección. Incluso se ha llegado a creer por algunos grupos religiosos, que un ser humano puede llegar a convertirse a sí mismo en Dios, o unirse a la esencia de Dios, por medio de esta instrospección.

Es alguna clase de meditación "transcendental" que según los que tienen esta creencia, puede hacer que la mente del humano ascienda a niveles espirituales inalcanzables en el plano material. La verdad es que esta creencia y práctica le dá a estas personas ciertas "sensaciones" que parecen alimentar estas ideas.

Pero cuál es la realidad sobre estas sensaciones? Las sensaciones humanas (al igual que el propio pensamiento y la conciencia humana) son un campo que está lleno de interrogantes. Existe el peligro de dar por verdaderas las conclusiones a que se llega basándonos en estos procesos de la mente. La interpretación de esos procesos, religiosamente hablando, están cargados de subjetividad. Es muy similar a buscarle un significado a nuestros sueños o a lo que se experimenta bajo el efecto de las drogas sicodélicas.

En realidad, la adoración a Dios no se dá en el plano insconciente de las personas. Para que una relación entre Dios y el hombre sea objetiva, debe ser una relación conciente e inteligente, basada en conocimiento real y no subjetivo; ... no en una interpretación idealista de nuestras sensaciones, sino en un contraste realista de nuestra forma de servir a Dios y la que adoptaron anteriores siervos fieles de Él.

Sobre la influencia de los pensamientos y la instrospección hay mucho que se pudiera decir, pero desde un punto de vista objetivo, prestar atención a la imaginación e invenciones de nuestra propia mente, especialmente en estados alterados, no es la forma adecuada de conocer a Dios y estar en relación con Él.

Cita:

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Iniciado por Eli_yahu

Pero: cuál es la base real que debe tener un grupo de creyentes para poder ser considerados del agrado de Dios? También podríamos preguntarnos: de dónde salen los "credos" de esos grupos realmente? Quiénes decidieron que ciertas creencias o prácticas fueran las indicadas como verdaderas? Son esas creencias tan seguras que no se puede considerar el caso de que estén equivocadas? Quién decide si una creencia en un grupo debe ser rectificada o no? De dónde salió la autoridad para determinar una creencia como VERDAD?

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La autoridad te la entrega el Evangelio, pues el Evangelio te enseña los verdaderos mandamientos que debes guardar para entrar en la vida...

La verdadera Ley de Dios es la que Jesucristo nos enseñó en el Evangelio, que así nos dice:

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)

Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:

"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)

A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo:

"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)

El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice:

"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)

"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)

Las personas que ponemos fe en la esperanza que ofrece Dios en su Palabra escrita, no tenemos una fe sin fundamento. Todas las buenas noticias que podemos leer en las Escrituras sobre el futuro de la humanidad tienen muchas pruebas que respaldan la seguridad en que serán cumplidas. Todas esas promesas se basan en un Rey que gobernará junto a otras personas tomadas de la tierra, y ese Rey es Jesucristo. Desde antes de Jesucristo nacer, ya Jehová había prometido que establecería un reino eterno con condiciones justas y de paz, un Rey que provendría humanamente hablando, del linaje de David.


Cuando Jesucristo nació como humano, mostró que él sería ese rey de la humanidad. Tenemos la seguridad de que cuando su poder sea ejercido sobre nuestro planeta entero, ese poder será maravilloso. Lo sabemos porque cuando él estaba entre nosotros como humano, logró hacer cosas increíbles con el poder que le había otorgado nuestro Magnífico Creador. Jehová le había dado un poder para realizar obras magníficas, y sorprendernos, y mostrarnos todas las cosas grandes que puede hacer Dios por los humanos. Jesús pudo curar personas que estaban muy enfermas con solo tocarlas y decir unas palabras; a Jesús le bastaba que esas personas le pidieran ayuda y mostraran que tenían plena confianza en que él podía realizar esas cosas que le estaban pidiendo. Jesús no solo sanó enfermos graves, también hizo que poco alimento fuera multiplicado, satisfaciendo la necesidad de alimento de grandes multitudes. No era una obra solo con fines momentáneos, sino que haciendo aquellas cosas, dejó claro que no hay necesidad humana que él no pueda satisfacer con el poder que recibe del Creador del Universo entero. Incluso resucitó muertos.


Todas esas obras poderosas son la prueba fehaciente de que esperar que ese reino gobierne sobre nuestro planeta no es una esperanza vacía ... no es una ilusión. Jesús será un rey justo y compasivo para toda la humanidad. Podemos tener confianza en que es exactamente lo que los humanos necesitamos para poder ser felices de verdad, una vida que es realmente vida.

https://www.youtube.com/watch?v=5WJkZkixvgg