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En diciembre de 1925 los dos hombres de la imagen se encontraron y conversaron en una reunión en Leiden (Países Bajos). Dos científi-
cos muy famosos: NIELS HENRIK DAVID BOHR (1885-1962, nació y murió en Copenhague, Dinamarca) y ALBERT EINSTEIN (Alemania 1879- EE.UU. 1955). Mantuvieron correspondencia y debatieron sus teorías en reuniones públicas programadas, y se cree que en el curso de estos encuentros fue que Einstein dijo "Dios no juega a los dados", queriendo significar que había determinismo (por lo que se podía determinar un resultado final), y no azar probabilístico en los acontecimientos del Universo (como surgía de la mecánica cuántica apoyada por Bohr). Esta frase desató una gran polémica y dio paso a una revolución en la filosofía de la ciencia, y conocimientos científicos acepta-
dos comenzaron a revisarse y a cambiarse.
Einstein recibió el Premio Nobel de Física en 1921 "por sus servicios a la Física teórica y especialmente por su descubrimiento de la ley del efecto fotoeléctrico" y Bohr recibió el Premio Nobel de Física en 1922 por sus trabajos sobre la estructura atómica y sobre la radiación.
La visión del mundo de Bohr era concreta, palpable y medible; la de Einstein era intuitiva y de principios generales. Lo que discutieron a lo largo del tiempo fue si eran válidas o no las leyes de la Relatividad de Einstein en el mundo subtómico de la Física Cuántica de Bohr. Y el futuro demostró que en este punto el acertado era el físico danés Bohr.
Fuente: internet.
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