Quién nos ha hecho tanto daño??

Por qué tenemos miedo a ser cariñosos con otras personas, y en vez de eso optamos por tomar un comportamiento hostil y desinteresado?

Por qué tenemos miedo a intentarlo, y que en el peor de los casos, no funcione?

Tantas decepciones hemos tenido que no somos capaces de arriesgarnos una vez más?

Tal vez perdimos el interés, y nos sumergimos en la mierda de las relaciones personales monótonas y plásticas.

Poco a poco nos vamos apagando, nuestros colores apasionados se van destiñendo y nuestro espíritu se va desintegrando hasta el punto en que ya nada dolerá. Sin dolor no hay placer. Y el placer cada vez se nota menos con la progresiva insensibilización.

También soy pecadora, porque también tengo miedo a decepcionarme, tengo miedo hasta de conformarme con lo que encuentre. Y así lo he hecho.

Cita:

---

Iniciado por Cariño_

Por qué tenemos miedo a ser cariñosos con otras personas, y en vez de eso optamos por tomar un comportamiento hostil y desinteresado?

Por qué tenemos miedo a intentarlo, y que en el peor de los casos, no funcione?

Tantas decepciones hemos tenido que no somos capaces de arriesgarnos una vez más?

Tal vez perdimos el interés, y nos sumergimos en la mierda de las relaciones personales monótonas y plásticas.

Poco a poco nos vamos apagando, nuestros colores apasionados se van destiñendo y nuestro espíritu se va desintegrando hasta el punto en que ya nada dolerá. Sin dolor no hay placer. Y el placer cada vez se nota menos con la progresiva insensibilización.

También soy pecadora, porque también tengo miedo a decepcionarme, tengo miedo hasta de conformarme con lo que encuentre. Y así lo he hecho.

---

El ser humano depende de los cuidados externos para poder desarrollarse durante mucho más tiempo que otras especies del planeta, y es
en parte por ésto que le llega a costar (a unos más que otros) lograr la independencia física primero y afectiva después.
Inclusive, hay personas que mantienen gran dependencia afectiva durante toda su vida; son 'niños eternos'.

Cada ser humano nace solo y muere solo (en lo que se refiere al momento exacto de estos hechos), y entre ambos transita su camino de Vida
en un juego permanente de dependencia-independencia-dependencia-independencia...

Si sigue esperando de los demás más de lo necesario y adecuado, tendrá miedo de perder a quien abastece 'todas' sus necesidades, sea éste
quien fuera. Tendrá miedo a amar por el miedo a perder al objeto de su amor, de su cariño.

Cuanto más haya la persona desarrollado su capacidad de autoabastecimiento menos tendrá miedo de encariñarse, de compartir, de dar y de
recibir, de gozar y sufrir en una relación humana que siempre implica amor en sus distintos grados de clase e intensidad.

Es el ying yang del juego de los opuestos, porque coincido con la autora del hilo que en materia de Amor, sin dolor no hay placer (y viceversa).

Amar es una aventura, y si tenemos miedo de amar porque en algunas experiencias pasadas hemos sido dañados, nos estamos perdiendo sin
duda de lo mejor que la Vida nos puede dar.
.
.