Iniciado por
Abysso
He leído la carta, y conozco casos parecidos, y en los casos que conozco se repite cierto patrón de estar al final de sus días, reflexionar, darse cuenta que sus comodidades mentales y físicas no le salvaron la consciencia, una vida religiosa de nivel burocrático o jurista no te llena sino que como sedante te ayuda a pasar por el tiempo cual aguja en un reloj, y ta.
Y mira que los he visto, defienden una vida burocratizada a la que llaman espiritual, pero llegando cierto momento de sus vidas los que no cambian es sólo porque quieren sentirse coherentes con su vida y se impiden la reflexión, - pero están los que se permiten las reflexiones profundas, y suelen cavar hasta cierto punto donde se permiten hacer de sí una diferencia, aunque no den con el tesoro han cavado lo suficiente como para dudar de sus comodidades mentales, y, aunque sea romper unos días con su burocracia para así saborear un poco de realidades variadas. Experimentar los lleva a tener un mínimo destello de vitalismo, o al menos algo más genuino que sus certezas kafkianas, eso ya les permite producir diferente, y así ha producido este hombre que nos traes doonga.
Excelente para conversarlo.