Iniciado por
Aquiles_Brinco
En algunos países el incremento en las penas y, en su caso, la reducción de la edad para ser juzgado por tribunales convencionales, no ha sido una medida 'preventiva', como estima la mayoría en este foro, sino correctiva. Penas más largas amplían el ciclo carcelario y reducen la reincidencia. El problema es que en la mayoría de sistemas penitenciarios se está dejando de lado la reinserción social.
Voy a hablar de México, que es el país que más conozco. Aquí no se cumple el esquema latinoamericano [si es que eso siquiera existe]. Desde finales del siglo XX comenzaron a sobresaturarse las cárceles, y las autoridades se enfocaron en resolver el hacinamiento y demás condiciones precarias que se vivían al interior de los centros de readaptación social [nada mejoró]. Dado nuestro deficiente sistema penitenciario, desde hace mucho se ha apostado a las penas severas, pues, hasta que no se reformen tanto sociedad como instituciones, la reinserción social en México seguirá siendo un sueño.
Curiosamente nos ha funcionado [cuando menos parcialmente]. La tasa nacional de reincidencia es de aproximadamente un 15% [incluso menos], y en todo caso menor al 20%. En parte gracias al amplio ciclo carcelario, y en parte por el infierno que significa vivir en una cárcel mexicana siendo un ciudadano promedio. Que si la readaptación social ha sido dejada a un lado, el castigo es tal que el trauma definitivamente 'reforma' el control de impulsos de los exconvictos. Claro, sin conceder que esto sea de ninguna manera 'ideal'. El problema en México es la incidencia, no la reincidencia.
Ahora, con el nuevo sistema penal acusatorio, yo auguro que las tasas de reincidencia van a elevarse. Será el costo de aplicar medidas de primer mundo al tercer mundo. Ya veremos.
Noruega presume el mejor sistema penitenciario del mundo, donde los reos son tratados como 'pacientes', y la reinserción social es la prioridad de su programa. Allá es corta la lista de delitos que ameritan encarcelación, y las penas privativas de libertad, pese a la gravedad de algunas conductas, son notablemente reducidas. Ostentan, según ellos, la menor tasa de reincidencia a nivel mundial: 20%. Y es que se comparan con el resto de Europa y con Estados Unidos, y suponen que cualquier país latinoamericano está por los suelos. EE.UU. ha alcanzado tasas de reincidencia por encima del 40%, al igual que España, por ejemplo, en cuyos casos cuentan con sistemas penitenciarios de medio pelo.
Es claro, por estadística, que para los países sin un sistema penitenciario eficaz, las condenas extensas siguen siendo la 'solución' más viable. No podemos pensar, por más 'progresistas' que creamos ser, que la reducción de las penas va a beneficiar en algo a sociedades con altos índices de criminalidad y sistemas penitenciarios deficientes. Reducir el ciclo carcelario en estos casos elevaría tanto incidencia como reincidencia a las nubes.
El problema con Argentina, según entiendo, es que no existe un sistema penal para menores infractores, aún siguen las directrices, al respecto, de la dictadura de Videla. De modo que la solución que se presta más a la mano sin duda es la reducción de la edad penal.
La inimputabilidad por edad es cada vez menor; es decir, cada vez hay menores más jóvenes cometiendo delitos graves. Ciertamente, aunque habiendo cometido algunas de las peores conductas, como la violación, el secuestro o incluso el homicidio, estos jóvenes no pueden ser tratados como adultos, pues su madurez aún no es la suficiente. No obstante, sí deben ser aisaldos en un centro de rehabilitación propicio, y recibir condenas de acuerdo a la gravedad de la conducta, ya que se trata de delincuentes. Un adolescente, aunque inmaduro, ya reconoce entre el bien y el mal, ya puede detenerse ante la disyuntiva entre cometer o no un acto criminal. Lo que aún no tiene es madurez para entender las consecuencias de sus actos. Otro punto importante es que de ninguna manera es conveniente mezclarlos con criminales mayores.