Si Dios es igual que nosotros, supongo que también orina ¿Sabéis cuántas veces al día?
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No parece que los evangelios se ajusten a la realidad. Hay algo que no está claro sobre Jesús.
Sus tres años de vida pública, sus enseñanzas y sus hechos dan pie a pensar que tendría muchísimos seguidores cuando llegó el momento final.
Los mismos evangelios, en sus narraciones, no indican que Jesús contara con tantos adeptos a la hora de su muerte.
Hagamos una recapitulación de su vida.
Durante los tres años que estuvo predicando su doctrina, tuvieron que ser muchos los que asistieron a sus sermones. Muchos creerían en él.
Cuentan los evangelios que realizó muchas curaciones (ellos narran 26).
Es de suponer que mucha gente las vio. También tenemos que contar con los propios sanados, sus familiares y amigos.
Dentro de las curaciones está: el criado de un centurión y el hijo de un oficial del rey.
También cuentan que realizó muchos milagros (ellos narran 8). La misma suposición; tuvo que haber bastantes testigos.
Hago notar que en la primera multiplicación de los panes y los peces había cinco mil hombres. En la segunda, cuatro mil (sin contar las mujeres y los niños en ambas).
Y por último, y más importante, también cuentan que realizó tres resurrecciones. Aquí hay que sentarse y respirar hondo. Una resurrección ¡Lo nunca visto! Sí. Pero no una ¡Tres!
Contemos: Los propios resucitados; sus familiares; sus amigos; los amigos de sus amigos; los… para qué seguir. Creo que la noticia se extendería como la pólvora. Era lógico.
Hay que tener en cuenta que Jairo era jefe de sinagoga, persona influyente. Lázaro y sus hermanas eran personas adineradas. Por tanto, todos ellos personas muy conocidas.
Resumiendo:
Si contamos las personas que asistieron a sus sermones; si contamos las personas que supieron de las curaciones; si contamos las personas que supieron de los milagros y, finalmente; si contamos la cantidad de personas que supieron de las resurrecciones, podemos asumir que era muy elevado el número de esas personas. Entre ese número había personas muy influyentes.
Mi pregunta: ¿Dónde estaban todas esas personas cuando Pilato les dio a elegir? “Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: ¡No a éste, sino a Barrabás! Y Barrabás era ladrón”.
¿Dónde estaban esas personas?
Quizá no eran tantas.
Siguen sin aparecer datos (al margen de los evangelios) que hablen del Jesús histórico.
¿Habrá existido?
Roberto se queja que haya foristas que siempre se metan con él, y no se da cuenta que él, diaria y sistemáticamente, se mete con los ricos, diciendo que Jesús les mandó vender sus riquezas.
Eso es mentira y, además, es adulterar el evangelio.
¿Qué se esperaba el amigo Roberto? ¿Qué los demás foristas no reaccionen ante sus mentiras?
Por lo que se lee en el evangelio, Jesús y sus apóstoles tenían las espaldas bien cubiertas económicamente.
“Y ACONTECIÓ después, que Jesús caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, 2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: a María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, 3 y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes”. (Lucas 8:1-3)
Amigos ricos de Jesús:
Lázaro, al que había resucitado.
Marta, hermana de Lázaro.
María, hermana de Lázaro.
Zaqueo, recaudador de impuestos.
Simón, el publicano.
Nicodemo, doctor de la ley.
José de Arimatea, miembro del Sanedrín.
Jairo, cuya hija había resucitado.
“Y HABIENDO entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad; 2 y he aquí un hombre llamado Zaqueo, que era el principal de los publicanos y era rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. 4 Y, corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle, porque había de pasar por allí. 5 Y cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que me aloje en tu casa. 6 Entonces él descendió aprisa y le recibió gozoso. 7 Y al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a alojarse con un hombre pecador. 8 Entonces Zaqueo, puesto de pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devolveré cuadruplicado”. (Lucas 19:1-8)
Pienso que el problema del cristianismo es el siguiente:
Hablan de un dios que se hace hombre en un momento determinado de la historia.
Que está tres años predicando y que hace milagros, curaciones y resurrecciones.
Que tiene un juicio en el Sanedrin, y que finalmente es condenado a muerte por Poncio Pilato; un gobernador romano.
Eso es lo que dicen cuatro libros, cuyos autores se desconocen.
Pero cuando buscamos la existencia de ese dios fuera de esos cuatro libros, no la encontramos; a pesar de haber intervenido varios personajes que sí son reales en la historia.
¿Por qué tengo que creer lo que dicen esos cuatro libros, que ni sus autores se saben quienes son?
Dice el refrán que “una cosa es predicar y otra dar trigo”.
Jesús tampoco se creía sus propias palabras; esas que decía que Dios cuida de sus hijos; y que no nos preocupemos…
De momento, Él tenía una serie de amigos ricos, en casa de los cuales iba con frecuencia. Incluso a dormir.
También es cierto que le acompañaban una serie de mujeres que, por estarle agradecidas, le ayudaban con sus bienes.
Pero hay una cruda realidad: Mientras Jesús predicaba aquello tan hermoso (no hay duda que lo era), de que Dios es nuestro padre y nos da lo que necesitemos; al mismo tiempo muchos pobres estarían muriendo por no tener qué comer.
Y eso es una evidencia (no una suposición), que cualquier persona, puede comprobarlo.
No es una hipótesis; ni es una teoría; ni es un extremismo. Es una realidad. Una cruda realidad.
Mateo, Marcos, Lucas y Juan
son los autores del evangelio.
En toda la biblia se enseña que
Dios es el autor de la vida
y de todo lo que existe.
A Jehová Dios se le identifica a través de las Escrituras como el Creador
13 Porque, ¡mira!, él es el que formó las montañas y creó el viento.
Él le cuenta al hombre lo que piensa,
él convierte el amanecer en oscuridad,
él pisotea los lugares altos de la tierra.
Jehová el Dios de los ejércitos es su nombre”.
AMÓS 3
12 ¿Quién ha medido las aguas en el hueco de su mano
y ha tomado las medidas de los cielos con la mano abierta?
¿Quién ha juntado el polvo de la tierra en una medida
o ha pesado las montañas en una balanza
y las colinas en una báscula?
ISAIAS 40
28 ¿Es que no lo sabes? ¿No lo has oído?
Jehová, el Creador de los confines de la tierra,
es un Dios para toda la eternidad.
Jamás se cansa ni se agota.
Su sabiduría supera toda comprensión.
Isa 40:28.
Pero el que salga eso en la Biblia, no significa que sea verdad lo que dice.
La biblia es un libro escrito en la antigüedad, donde todo fenómeno era achacado a Dios.
NO hace mucho que la gente pensaba que los truenos eran el resultado de los galopes de los caballos de Thor, y los relámpagos, las chispas de las espadas de los dioses cuando se golpeaban.
Así que que la biblia diga lo que dice, es natural, y no significa nada más que las fantasías de los hombres de antaño.
La biblia tiene un historial de profecias cumplidas
la biblia tiene mandatos de salud antes de que la ciencia descubriera
la cuestion.
Y NO hace mucho que la ciencia pensaba muchas cosas que
hoy se consideran tontas. por eso no se puede afirmar que el sol se extinguirá
las cosas cambian, lo que dice la biblia esta para comprobarlo
Bueno, la medicina ayurveda es anterior a la escritura de la Biblia, así que, por ese lado, cambio y fuera.
Obviamente que pensaba cosas que hoy se consideran tontas.
En eso consiste la ciencia: en proponer teorías, y verificarlas.
Si aparece una nueva teoría más certera, pues se reemplaza por lo nuevo.
Ahora, respecto a que el sol se extinguirá, de eso hay certeza. Naturalmente que dicha certeza te disgusta,
razón suficiente para que tu institución desincentive el estudio de la ciencia:
Pone en peligro las creencias....
Una gran diferencia con los cuentos bíblicos, que, incluso si están demostradamente equivocados, son tomados como dogmas.
Respecto a que las cosas de la biblia están para comprobarlas, me reservo mis opiniones.