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Si es un mandato suyo.
Pues Dios es Jesucristo y Jesucristo es Dios.
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Estimados amigos, hay varios temas de discusión para discutir la divinidad de Jesucristo, pero este tema es para discutir si Jesucristo mandó las penas de muerte o las abolió. Y si Jesucristo las abolió, es porque esas leyes de penas de muerte y de matar a las personas en las guerras no eran de Dios.
Jesucristo no vino a abolir la verdadera Ley de Dios, pero sí abolió del viejo testamento todo lo que no eran mandamientos de Dios. Seguidamente pondré varios mandamientos del viejo testamento abolidos por Jesucristo...
Exactamente Jesucristo dejó Abolidas las Leyes Que faltaban a la misericordia, como las guerras, penas de muerte, y violencia.
Todo el Evangelio te lo enseña, pues Jesucristo recordó en el Evangelio los misericordiosos mandamientos que realmente fueron dados por Dios en tiempos de Moisés, y mandó que fueran guardados, no los anuló. Pero sí anuló del viejo testamento todos los mandamientos que faltaban a la misericordia. Esto te lo enseña el Evangelio. Para que puedas comprobar que el Evangelio dejó anulados los mandamientos del viejo testamento que no eran misericordiosos, puedes ver las siguientes citas:
En Mateo 5:31-48 podemos ver cómo Jesucristo anuló muchos mandamientos del viejo testamento, como la ley del ojo por ojo y diente por diente, el divorcio por causas que no fueran la prostitución, los juramentos, el odio a los enemigos (hacer guerras y matar a hombres, mujeres, mujeres y niños de otros pueblos)...
En Mateo 12:1-8 se puede ver que Dios no quiere sacrificios, mientras que el viejo testamento nos habla de que Dios había mandado muchos sacrificios.
En Mateo 20:25-28 Jesucristo deja abolida la esclavitud, pues el viejo testamento estaba cargado de leyes que justificaban la esclavitud.
Y también en cuanto al día de reposo (Juan 5:8-11, Juan 5:16-18.), Jesucristo dejó abolidas las costumbres crueles de matar a las personas que hacían algún trabajo en dia de reposo, pues enseñó que las obras de caridad se podían hacer en día de reposo.
En Juan 8:3-11, también podemos ver que Jesucristo abolió la ley que mandaba matar a pedradas a las mujeres acusadas de adulterio. Con esta enseñanza, Jesucristo dejó abolidas del viejo testamento todas las leyes que mandaban matar a las personas por distintas causas.
Pero esos mandatos de no matar y no apedrear a una mujer no fueron los únicos que Jesús abolió, La biblia dice que el abolió TODA LA LEY.
Mat. 5:17, 21, 23, 27, 31, 38: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir.” Ahora note lo que Jesús abarcó en otros comentarios que hizo. “Oyeron que se dijo a los de la antigüedad: ‘No debes asesinar [Éxo. 20:13; el Sexto Mandamiento]’*[...] Si, pues, traes tu don al altar [Deu. 16:16, 17; que no es parte de los Diez Mandamientos]*[...] Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio [Éxo. 20:14; el Séptimo Mandamiento].’ Además se dijo: ‘Cualquiera que se divorcie de su esposa, déle un certificado de divorcio [Deu. 24:1; que no es parte de los Diez Mandamientos].’ Oyeron ustedes que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente [Éxo. 21:23-25; que no es parte de los Diez Mandamientos].’” (De modo que Jesús mezcló referencias a los Diez Mandamientos y a otras partes de la Ley, y no hizo distinción entre ellas.
13 Al decir él “un nuevo [pacto]” ha hecho anticuado al anterior. Ahora bien, lo que se hace anticuado y envejece está próximo a desvanecerse.
HEBREOS 8:13
Rom. 7:6 :
“Ahora hemos sido desobligados de la Ley, porque hemos muerto a aquello por lo cual se nos tenía sujetos*
2 Cor. 3:7-11: “Si el código que administra muerte y que fue grabado con letras en piedras se efectuó con una gloria, de modo que los hijos de Israel no pudieron mirar con fijeza el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, gloria que había de ser eliminada,
Eso no es cierto... Jesucristo abolió muchos preceptos del viejo testamento Judío, pero no abolió todos los mandamientos, pues los que eran verdaderos mandamientos de Dios NO LOS ABOLIÓ...
Jesucristo, de la Ley judía rescató los verdaderos mandamientos de Dios y los volvió a enseñar al mundo, y los mandamientos que enseña Jesús los deben guardar todos los que quieran entrar en la vida. Y estos mandamientos enseñados por Jesucristo así te dicen:
"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
Jesús también enseña los verdaderos mandamientos de la Ley de Dios que debemos guardar para entrar en la vida y que así nos dicen:
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios" (Mateo 19:16-24)
A los hombres codiciosos que se hacen dueños de muchas posesiones les cuesta muchísimo respetar la vida de Los indefensos (NO MATARÁS), y también les cuesta muchísimo entregar sus bienes a los pobres. Ellos no quieren el camino de la misericordia y prefieren imponer penas de muerte, sacrificios y esclavitud a los pobres. Por eso, Jesucristo también les dijo:
"... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7 )
"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo". (Mateo 22:34-40)
El Señor no mandó que se mate a las personas que cometen faltas, sino que se les perdone, pues el Evangelio así nos dice:
"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete". (Mateo18:21-22)
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". (Mateo 6:14)
Jesús abolió TODA LA LEY ESCRITA DADA POR DIOS A LOS JUDÍOS
la resumió en dos mandatos, amar al prójimo y a Dios
¿Cuál mandamiento es el primero de todos?
¿Qué hay que hacer para agradar a Dios?
¿Seguir un conjunto infinito de normas?
¡Qué bueno que no es así! Según el propio Hijo de Dios, Jesucristo, lo que Dios nos pide se puede resumir en una sola palabra.
(Lea Marcos 12:28-31.)
28 Ahora bien, uno de los escribas que había llegado y los había oído disputar, sabiendo que él les había contestado de excelente manera, le preguntó: “¿Cuál mandamiento es el primero de todos?”. 29 Jesús contestó: “El primero es: ‘Oye, oh Israel, Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, 30 y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. 31 El segundo es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento mayor que estos”
No era una pregunta inocente. Mientras que unos judíos disputaban sobre cuál de los más de seiscientos mandatos de la Ley mosaica era el principal, otros sostenían que todos eran igual de importantes y que no*debía dárseles más peso a unos que a otros. ¿Qué diría Jesús?
Al contestar, Jesús no*mencionó uno, sino dos mandamientos. Primero dijo: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas” (versículo*30; Deuteronomio 6:5). Lo*que esto quiere decir es que el amor a Jehová incluye a la persona en su totalidad, con sus facultades y recursos. Cierta obra bíblica lo expresa así: “A Dios hay que amarlo de manera completa y total”. Por eso, si uno ama a Dios, hará todo cuanto esté a su alcance para ganar su aprobación (1*Juan 5:3).
En segundo lugar, Jesús dijo: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo” (versículo*31; Levítico 19:18). El*amor a Dios y el amor al prójimo son inseparables: el segundo es consecuencia del primero (1*Juan 4:20,*21). Si*amamos al prójimo como a nosotros mismos, trataremos a los demás como queremos que ellos nos traten a nosotros (Mateo 7:12). Haciendo esto demostramos que amamos a Dios, quien nos hizo a todos a su imagen y semejanza (Génesis 1:26).
¿Cuánta importancia tienen los mandamientos de amar a Dios y al prójimo? “No*hay otro mandamiento mayor que estos”, declaró Jesús (versículo*31). En*el relato paralelo, él dijo que todos los demás mandamientos dependían de estos dos (Mateo 22:40).