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No quería matarlo, pero no dejaba de picarme. Lo conocía hace mucho pues sus visitas eran continuas. Al principio lo recibimos con recelo, pero al final nos acostumbramos a su presencia. Luego llegó la confianza, pero todo tiene un límite.
Empezó a visitar la cama de mi mujer, y eso ya colmó mi paciencia.
Al final no tuve más remedió que matarlo, Dios me perdone. Pero ya estaba hasta los cojones del maldito mosquito.
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Me da un coraje no volver a la oficina a esta hora!
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No tengo nadita de hambre
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Que no me hicieron una escena de celos sin motivosssss!!! Chale!!!
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Se fue muy contento... :(
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Me da pena no trabajar los fines de semana.
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Jamás digo mentiras. Por eso no entro en este hilo.:angry:
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Quiero ir a la fiesta esa, ¡yay!
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Hoy voy de full party all the night°!°