Ayy Enrique, que te morirías de hambre conmigo.
pd
Eso sí, si yo tuviera tiempo te propondría una novela histórica compartida.
Abrazos.
Printable View
Sería un agasajo (banquete), espero tengan ambos el tiempo y la oportunidad.
Juan, te leo y disfruto cada letra. Gracias.
.
-
ESPERO
Te espero cuando la noche se haga día,
suspiros de esperanzas ya perdidas.
No creo que vengas, lo sé,
sé que no vendrás.
Sé que la distancia te hiere,
sé que las noches son más frías,
Sé que ya no estás.
Creo saber todo de ti.
Sé que el día de pronto se te hace noche:
sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,
sé que soy un idiota al esperarte,
Pues sé que no vendrás.
Te espero cuando miremos al cielo de noche:
tu allá, yo aquí, añorando aquellos días
en los que un beso marcó la despedida,
Quizás por el resto de nuestras vidas.
Es triste hablar así.
Cuando el día se me hace de noche,
Y la Luna oculta ese sol tan radiante.
Me siento sólo, lo sé,
nunca supe de nada tanto en mi vida,
solo sé que me encuentro muy sólo,
y que no estoy allí.
Mis disculpas por sentir así,
nunca mi intención ha sido ofenderte.
Nunca soñé con quererte,
ni con sentirme así.
Mi aire se acaba como agua en el desierto.
Mi vida se acorta pues no te llevo dentro.
Mi esperanza de vivir eres tu,
y no estoy allí.
¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,
¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?
Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.
Porque todas las noches me torturo pensando en ti.
¿Por qué no solo me olvido de ti?
¿Por qué no vivo solo así?
¿Por qué no solo...
Mario Benedetti.
Lejanías.
Las lejanías son solo vacío entre dos almas
Oí a tu voz decir como en una plegaria de campanas
Que tañen tristes a la tarde llamando a las sombras
Y despertando de su letargo a los fantasmas
¿Pero como deshacer esas lejanías? Pienso
¿Como deshilachar esa trama de desesperanzas?
No se cómo, ni puedo:
Mis manos están cansadas
Ya no pueden con las ausencias
Ni se acostumbran a las distancias
Ellas solo saben como construir pasiones
Enredando tu cabello sobre tu espalda
O viajando por el desfiladero húmedo de tu sexo
En noches de luna clara