Pues, Lcda, su amiga está equivocada, trepar es trepar, dormido o despierto, y dormir es dormir, aún trepando. Lo cual me hace pensar, que tengo algo en común con el bichito perezoso que presentás aquí: cuando me agarra la pereza, me agarra la pereza.
El Jorge del final, ningún boludo, dio vuelta a la manzana cuando vio el campo orégano -vamos, como està casi siempre el campo-.
De paso, hoy estuve con un especialista en bueyes.De aquí, de españa, donde un buey no es lo mismo, y a pesar de las notables diferencias, y nunca mejor dicho lo de notables, en el fondo hay semejanzas: no se pierden. Ya vendré un poco sobre el tema, porque me presentó uno que anda con sus problemillas -un buey-, y más o menos tengo claro lo que le sucede.
Y chau. Pero antes: estuve leyendo algo sobre el "prejuicio" a nivel gerencial. Bueno, bueno.
Ahora sí, chau.