letritas cada vez mas debiles,,,necesitas transfusion
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Claramente la biblia nos informa sobre
el propósito del Dios
todopoderoso Jehova para la tierra.
Venga tu reino y
hágase tu voluntad
en la tierra,
enseño Jesús a orar a su padre Jehova.
Para restaurar la justicia a este planeta,
Jehová mismo ha suministrado
una administración al límite cabal de los tiempos señalados.
Esta administración o régimen
es por medio del reino de Cristo
Cuando el reino de Dios gobierne
sobre todo el globo terráqueo por medio del
Príncipe de Paz de Dios,
la Tierra ya no*estará dividida políticamente.
No*habrá nacionalismo orgulloso
que despierte odio, conflicto y derramamiento de sangre.
copia fiel de atalaya.com,,https://www.google.com.ar/search?q=P...hrome&ie=UTF-8
Desde su trono celestial Jesucristo administrará
los asuntos de la Tierra
de una manera que producirá beneficios duraderos.
¡Qué maravillosamente ha demostrado ya que califica para ello,
hasta habiendo entregado su propia
vida a favor de los que serán sus súbditos!
Además, el registro de la Biblia muestra que nada
—ni tentaciones, ni presiones,
ni oprobio, ni aun la muerte misma—
pudo apartar a Jesús de hacer lo que era correcto.
Podemos estar seguros,
entonces, de que bajo su régimen no habrá opresión ni injusticia ni corrupción.—
En el nuevo mundo de Dios las personas ya no vivirán hacinadas en enormes edificios de apartamentos o en tugurios ruinosos, pues Dios se ha propuesto: “Ciertamente edificarán casas, y las ocuparán. No edificarán y otro lo ocupará”. La Biblia también promete: “No se afanarán para nada”. (Isaías 65:21-23.) De modo que las personas tendrán trabajo productivo y satisfaciente. La vida no será aburrida.
◆ El hombre y los animales vivirán en paz: “Y el lobo realmente morará[...] con el cordero, y el leopardo mismo se echará con el cabrito,[...] y un simple muchachito será guía sobre ellos”.
(Isaías 11:6; compárese con Isaías 65:25.)
◆ No habrá guerras ni violencia: “Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”.
(Isaías 2:4; compárese con Salmo 46:9.)
◆ La familia humana vivirá unida por el amor: “El que no ama no ha llegado a conocer a Dios, porque Dios es amor”.
(1 Juan 4:8.)
◆ Habrá suficiente alimento y hogares para todos: “Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán;[...] no plantarán y otro lo comerá”.
(Isaías 65:21, 22; compárese con Salmo 67:6; 145:16.)
◆ No habrá enfermedades ni muerte: Dios “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”.
(Revelación [Apocalipsis] 21:4.)
◆ Resucitarán los muertos: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas[...] oirán su voz y saldrán”.
(Juan 5:28, 29.)
Son citas bíblicas muy reconfortantes, porque ofrecen una esperanza que viene de Dios mismo. Muchas personas que han leído la Biblia o la conocen de oídas nunca se han dado cuenta de que en ella se ofrece un futuro maravilloso a las personas que pongan fe en el rescate de Cristo y se esfuercen por ganarse el favor de nuestro Magnífico Creador.
El asunto es que esas promesas no son humanas. Ningún humano podría ofrecer cosas como las que nuestro Creador ofrece, ni tienen poder para mantener viva esa esperanza y hacer que se sientan como seguras, y finalmente satisfacerlas. Dios ofrece esperanza incluso a personas que ya han fallecido, y eso es maravilloso. En medio de unas condiciones tan difíciles en que la humanidad vive, la esperanza en las promesas de Dios es un consuelo inmenso.