Jehová cayó ante la tentación de Satanás.
Más claro que el agua!!!!
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Jehová cayó ante la tentación de Satanás.
Más claro que el agua!!!!
En beneficio de la humanidad, es de agradecer que, además de la Biblia, también se escribiera el Derecho Romano.
Estamos acostumbrados a ver en la Biblia relatos que los consideramos normales; teniendo otra opinión negativa si los viéramos en la vida real.
Como ejemplo, traigo a colación la parábola de Jesús de la viña y los obreros.
Solamente pido que traslademos esta parábola a la vida actual; que cambiemos viña por fábrica.
Parábola actual:
-Un empresario tiene una fábrica y tiene tres clases de obreros. Unos que trabajan jornada completa; otros que trabajan media jornada, y otros que trabajan un cuarto de jornada.
Al terminar la jornada, a todos les paga el mismo salario.-
¿Consideraríamos esto como justo?
Pues según Jesús, es justo. A cualquier reclamación, basta que diga el empresario:
“¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?”.
Una cosa es la bondad, y otra cosa es la justicia.
“PORQUE el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.
2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.
3 Y saliendo cerca de la hora tercera, vio a otros que estaban en la plaza desocupados 4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron.
5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.
6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban sin trabajo y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados?
7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a la viña y recibiréis lo que sea justo.
8 Y al atardecer, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 9 Y cuando vinieron los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.
10 Y al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más, pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y tomándolo, murmuraban contra el padre de familia, 12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día. 13 Y él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?
14 Toma lo que es tuyo y vete; mas quiero darle a este postrero como a ti.
15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?, o, ¿a es malo tu ojo, porque yo soy bueno?
16 Así, los primeros serán postreros y los postreros, primeros; porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos”. (Mateo 20:1-16)
Pero tomás.
Te estás poniendo comunista.
La justicia de Dios nada tiene que ver con justicia social.
Si Jesús hubiese propalado la justicia social, nunca habría dicho
"Pobres siempre tendréis entre vosotros".
Y tampoco habría insinuando que puedes pagarle a cada uno según tus propios caprichos.
Observo que con bastante frecuencia se recurre a la honestidad de los evangelistas, para argumentar que sus relatos se ajustan fielmente a los hechos acaecidos.
Que una persona sea honesta, no evidencia que lo que narre sea cierto.
Ciertamente, esta persona cree que lo que dice es cierto, pero puede no serlo.
Como prueba de lo que digo, transcribo un relato. No a todos les será válido, pero seguro que a todos les sacará una sonrisa (que es lo que pretendo)
<<Era otoño, y los indios de la reserva le preguntaron a su nuevo jefe si el
invierno iba a ser muy duro. Educado en los métodos del mundo moderno, al
jefe no le habían enseñado los viejos secretos y no tenía modo alguno de
saber si el invierno iba a ser frío o no. Para curarse en salud, aconsejó a la
tribu que hiciera un buen acopio de madera y se preparara para un invierno
frío. Algunos días después, tuvo la ocurrencia tardía de pedir consejo
práctico, llamó al servicio de meteorología nacional y les preguntó si
predecían un invierno muy duro. El meteorólogo le respondió que,
efectivamente, creía que el invierno iba a ser duro. El jefe aconsejó a los
miembros de la tribu que fueran a buscar mucha más leña.
Un par de semanas después, el jefe llamó de nuevo al servicio
meteorológico.
—¿Le sigue pareciendo que el invierno va a ser duro? —preguntó el
jefe.
—Naturalmente —respondió el meteorólogo—. Va a ser un invierno
francamente duro.
El jefe instó a los miembros de la tribu a que recogieran cualquier trozo
de madera, por pequeño que fuera. Un par de semanas después, el jefe
llamó a los meteorólogos y les preguntó cómo les parecía entonces que iba a
ser el invierno.
El técnico le dijo:
—¡Nuestra previsión actual es que será uno de los inviernos más fríos
de todos los tiempos!
—¿De verdad? —preguntó el jefe—. ¿Cómo están tan seguros?
A lo que el meteorólogo replicó:
—¡Los indios están recogiendo leña como locos!>>
Bueno, el cuento del indio describe muy bien mi opinión referente a la mención a JesuCristo, iniciada cronológicamente por Pablo.
Luego viene el proceso de realimentación mutua de los dichos.
Con bastante frecuencia he comentado que los copistas tienen mucho que ver en determinados versículos (incluso pasajes), de los escritos del NT.
Para muestra, vale un botón. Aquí tenemos tres opciones: O Jesús se equivocó;
O el copista copió mal; o Dios no inspiró en este caso a Marcos.
Puede haber alguna más, para los que “interpretan” las escrituras..
“Y él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que con él estaban; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?” (Marcos 2:25-26
“Y LLEGÓ David a Nob, al sacerdote Ahimelec; y se atemorizó Ahimelec de su encuentro y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?
2 Y respondió David al sacerdote Ahimelec: El rey me encomendó un asunto y me dijo: Nadie sepa cosa alguna de este asunto al que yo te envío y que yo te he encomendado; y yo les señalé a los criados un cierto lugar. 3 Ahora, pues, ¿qué tienes a mano? Dame cinco panes, o lo que haya.
4 Y el sacerdote respondió a David y dijo: No tengo pan común a la mano; solamente tengo pan sagrado, pero te lo daré si al menos los criados se han abstenido de mujer.”
(1 Samuel 21:1-4)
Es evidente que todo entra dentro de una planificación de Jehová, con el fin de mostrar sus señales y maravillas. Lo dice el mismo Jehová: “Multiplicaré”.
Las veces que el faraón endureció su corazón, entran dentro de los planes de Jehová. Está claro.
”Y yo endureceré el corazón de Faraón y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas.
4 Y Faraón no os oirá; pero yo pondré mi mano sobre Egipto y sacaré de la tierra de Egipto a mis huestes, a mi pueblo, los hijos de Israel, con grandes juicios.
5 Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos”. (Éxodo 7:3-5)