Cordero de dios quita el pecado del mundo
Desde tiempos remotos se han ofrecido ovejas como sacrificio. (Gé 4:2, 4; 22:7, 8, 13; Job 42:8.)
Bajo la Ley, había que sacrificar a todos los primogénitos machos de los corderos,
pero no antes de los ocho días.
Para redimir a un primogénito de asno, se debía ofrecer una oveja. (Éx 34:19, 20; Le 22:27.)
Se presentaban carneros como ofrendas por la culpa (Le 5:15, 16, 18; 6:6),
ofrendas quemadas (Le 9:3; 16:3; 23:12)
y sacrificios de comunión (Le 9:4);
también se usó un carnero como ofrenda de instalación del sacerdocio aarónico.
(Éx 29:22; Le 8:22-28.)
La ofrenda quemada constante
que se hacía diariamente consistía en
dos carneros de un año de edad. (Éx 29:38-42.)
Además de dicha ofrenda, se sacrificaban carneros y corderos tanto al comienzo de cada mes
como cuando se celebraban las fiestas anuales. (Nú 28:11, 17-19, 26, 27; 29:1-38.)
Tan habitual era el carnero en las ofrendas de Israel,
que el profeta Samuel habló de “grasa de carneros” como sinónimo de “sacrificio”. (1Sa 15:22.)
No obstante, también se podían presentar corderas como sacrificios de comunión (Le 3:6),
ofrendas por el pecado (Le 4:32; Nú 6:14)
y ofrendas por la culpa (Le 5:6).