¡¡¡Plop!!!
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Cuando no se dispone de una buena autoestima que de seguridad al individuo débil, pertener a un vasto rebaño da la sensación que buscan y necesitan, y como además no tienen porque preocuparse de dirigir sus vidas porque ya se preocupan otros por ellos, viven contentos... y engañados.
Dios es presentado por los occidentales como un anciano.
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Porque ya viene de tiempos antiguos en que los ancianos eran los amos y señores en la familia y en las tribus...
Eran respetados y obedecidos debido a la gran ciencia que se les atribuía. No en balde tales efectos psicológicos son aprovechados -y muy bien- por muchas religiones.