Principios Universales de la Libertad
El mensaje de liberación consta de estos items:
1. Existe un Dios Verdadero, Fuente, Deidad o Divinidad, infinito, justo, correcto, bueno, perfecto, puro Espíritu. Este no es el dios falso de este mundo, que predica la culpa, el miedo y el castigo, sino que el desea que progresemos, que seamos libres, y que vivamos una experiencia de vida enriquecedora, en distintas realidades, cuerpos, dimensiones y mundos. Aunque parezca mentira, el Espíritu humano puede ascender en su evolución hasta convertirse en un ser deiforme, y así sucesivamente hasta el infinito. El busca despertarnos, liberarnos y que lleguemos a nuestro máximo potencial por empeño y desarrollo personal, no por ideas salvacionistas absurdas. Las trabas las pone uno mismo, y los espíritus egoístas, no Él.
2. Cada humano puede adquirir este conocimiento liberador, y además conectarse con el cosmos, abrir sus meridianos o chakras de manera de conectarse, crecer, desarrollarse, liberarse, amar, sentir. En el castigo y el salvacionismo absurdos e irracionales no hay libertad, y menos amor. El amor es libertad, justicia, perfección, espiritualidad, desarrollo, no miedo, culpa, castigo y abandono de uno mismo en pos de depositar en religiones y hombres nuestro desarrollo que nos corresponde a cada uno individualmente. Somos Espíritus que podemos ascender indefinidamente. Nuestra participación en la Divinidad no es por salvacionismo irracional, sino por esfuerzo personal, mérito y desarrollo. Las religiones más que libertad ofrecen esclavitud.
3. Existe asimismo una jerarquía cósmica de Dioses, también conocidos en las religiones, aunque mitificados, como ángeles. Ellos están en este desarrollo, y han alcanzado la inmortalidad, y el endiosamiento o estado deiforme. Están más arriba que nosotros en la evolución espiritual, y podemos ser como ellos. El Gran Vigilante Celestial en nuestro universo local o Vía Láctea es el Maestro Nuestro, el Verdadero y Fiel a la voluntad de la Fuente. El administra en forma sincrónica con sus pares de los infinitos mundos y galaxias todo lo que hay en este universo local.
4. Los Espíritus de este mundo, no solo pueden ascender su evolución hasta niveles insospechados, sino que también debieran estar al tanto de su realidad reencarnativa. Cuando fallezcan, pueden evitar las trampas que han tendido las jerarquías espirituales corruptas para mantenerlos apresados en el plano astral. De manera de encarnar en otros mundos, y así seguir el camino del desarrollo. En el gnosticismo se habla de esta liberación, y es una declaración firme de nuestra determinación, tenemos nosotros el poder para hacerlo, anímese, siga su camino, no se deje atar.
5. Como mencionaba en el punto uno, cada espíritu tiene conocimientos y actividades espírtu-energéticas que llevar adelante para lograr estados cada vez más avanzados; nadie vendrá por nosotros a levantarnos desde cero, tenemos que trabajar sobre nosotros, y colaborar con otros para ello, en verdad, amor y justicia. Así se abrirán para todos los Espíritus las alternativas que realmente el Dios Verdadero ofrece para toda la creación universal.
Debiera, no obstante, saber que Dios y el Señor rechazan de plano ciertos principios de este mundo, y debieran, si van a aceptar Su Divina Presencia, reconsiderar entonces sus posturas:
a) Dios y el Señor rechazan ocultar la esencia divina y poderosa de la gente
b) Dios y el Señor rechazan quitar la libertad de la gente
c) Dios y el Señor rechazan el asesinato, y toda interrupción de la vida (el fallecimiento natural será superado en la Era Venidera)
d) Dios y el Señor rechazan la acumulación de bienes por unos y la pobreza de otros
e) Dios y el Señor rechazan el ocultar la sabiduría y el conocimiento, las conspiraciones y el ocultamiento de información importante
f) Dios y el Señor rechazan la sexualidad (se superará en la Era Venidera)
g) Dios y el Señor rechazan el pacifismo ciegos, la injusticia, la malicia, la mentira y la cobardía, ellos hacen la guerra solo de ser necesario para instaurar la justicia
Estos principios enunciados valen para todo ser; y rigen a nivel cósmico.
