Estudiemos la Biblia. Gé. 38 y 39

Los testigos de Jehová estudiamos la Biblia entera todos los años. Una de nuestras reuniones semanales consiste en un estudio detallado de uno o más capítulos de la Biblia, desde el principio hasta el final. Este estudio permite que cada Testigo o persona que se asocia, pueda haber leído toda la Biblia ... Eso es algo que no todas las personas religiosas han hecho, incluso muchos creyentes que se consideran cristianos desde hace muchos años. A veces les mencionamos un evento bíblico o un dato bíblico, personaje, etc del que ellos nunca habían escuchado hablar. Esta es otra de las características únicas de nuestro pueblo, que sirve en unidad y en todo el mundo es educado de la misma manera.

En vista de que no voy a dedicar tanto tiempo al foro, no me gustaría dejar de cooperar, y ayudar a algunos que deseen leer alguna información que yo pueda postear y que los ayude en algo. Yo bien sé que a muchas personas les gustaría poder leer la Biblia completa, y estar informados de lo que ella enseña. La lectura completa de la Biblia es muy enriquecedora en muchos sentidos. Por esa razón, he pensado en abrir un tema con cada porción de la Biblia que estudiamos semanalmente todos los Testigos del mundo. Trataré de hacerlo de forma amena para que no les parezca una lectura aburrida ... y espero que les agrade. Tengo la intención de abrir un tema cada semana basado en la misma porción que estudiamos con nuestros hermanos, hablar de lo que se aprende en esa porción y si alguien desea hacer alguna pregunta al respecto, revisaré si puedo ayudar a darle respuesta. Siempre sé que donde hay una persona con buenas intenciones, hay 10 que no las tienen ... así que no prometo nada.

Esta semana la lectura está tomada de los capítulos 38 y 39 de Génesis, porque ya hemos estudiado los capítulos anteriores este año. No voy a citar siempre los capítulos enteros, pero pueden leerlos en sus propias versiones de la Biblia mientras les escribo sobre ellos.

A estas alturas del texto bíblico ya los hijos de Jacob/Israel vendieron a su hermano a los ismaelitas, y estos otros lo están llevando a Egipto ... pero esa historia tiene una pausa en el capítulo 38 de Gén., que habla de uno de los hijos de Jacob que se llama Judá. Este hijo de Jacob mostró que era uno de los mejores entre sus hermanos, ya que cuando los otros querían matar a José, su hermano menor, él le salvó la vida convenciéndolos para que en vez de hacerle ese daño a su propio hermano, lo vendieran a los ismaelitas que pasaban. La descendencia de los hijos de Jacob se dividió en tribus con el tiempo, y de Judá tenía que venir en el futuro la descendencia o Mesías que se le había dicho a Jacob que vendría de sus lomos. De hecho, todos los reyes futuros de Israel como nación (unida), tenían que ser descendientes de Judá. Así que Judá tenía que formar una familia ... como todos sus hermanos.

El relato del Cap. 38 de Génesis nos muestra cómo surge la familia de Judá. Comienza diciéndonos que él se separó de sus hermanos y fue a vivir a otro lado de Canaán por algún tiempo.

Recordemos que a estas alturas del relato histórico "estamos" aun en la época patriarcal. Israel es apenas una familia de 12 hermanos y sus padres y asociados, que están viajando como nómadas en una tierra que aunque se le prometió a su antepasado como herencia, AUN no es de ellos, a excepción de algunos terrenos que han comprado por precio. Allí estaban solo de pasada y como extranjeros ... hasta que en un capítulo posterior ellos entran a Egipto con todas sus posesiones y 215 años después de su entrada allí, salen todos sus descendientes en el éxodo de Egipto ... pero esto es una historia que se narra en capítulos posteriores de Génesis.

Allí donde Judá vá con lo suyo, él conoce a la hija de un cananeo y se casa con ella, y esta mujer le dá tres hijos.

Para no hacer tan largo el comentario lo voy a dejar aquí y en otro momento continúo con el análisis de este pasaje. Hasta aquí solo he introducido la parte de la que voy a escribir esta semana ... son los versículos del 1 al 5 de Gén. 38. Si desean pueden leer ese capítulo completo y luego seguiré hablando de esta parte y si hay alguna pregunta intentaré responderla. Espero les interese este temas y similares.

En Gén. 38:6-11 se nos relata que viviendo aun en ese pueblo llamado Aczib con su mujer, Judá encuentra una mujer que le parece una buena esposa para su hijo mayor, y estos se casan. Pero el hijo mayor de Judá no fue un hombre bueno para Jehová, así que el propio Dios le dió muerte. Quizás alguien se pregunte porqué era tan importante que el primogénito de Judá fuera una persona que Dios mismo considerara de buena conducta. La razón es que se suponía que el primogénito de Judá sería el antecesor del Mesías en una línea familiar continua, pero la conducta de este hijo de Judá llamado Er no era la apropiada para dar descedientes a Judá que formaran parte de este linaje tan especial. Aun si la familia patriarcal no tenía una Ley escrita, Dios ya estaba cuidando que las pautas para la nación que surgiría posteriormente se cnocieran desde antes y que la futura nación conociera todo su pasado y tuviera en cuenta que Él no iba a aceptar en Su pueblo que la maldad prosperara.

Cuando Dios le dió muerte a Er, el mayor de Judá, debe haber sido porque este individuo era una mala persona. No sabemos mucho de él, pero su vida no se extendió al punto de dar nietos al hijo de Jacob. Recordemos que su madre era hija de cananeos y ellos estaban ahora mismo viviendo en una ciudad cananea separados del resto de la familia de Jacob, así que los hábitos y prácticas de este individuo deben haber sido de las peores que se practicaban en esos lares en ese tiempo, y los consejos de su madre no deben haber sido muy "cristianos" que digamos. Los cananeos tenían vidas disolutas en muchos sentidos. Aunque en la familia de los patriarcas aun no tenía prohibido que se unieran en matrimonio con la gente de esa nación, ya desde Abrahán, Isaac y el propio padre de Judá, habían tomado como norma no unirse a estas personas en matrimonios mixtos para evitar contaminarse con sus malas costumbres, que no eran buenas desde sus propio puntos de vista ni del del Dios que adoraban. Sin embargo, Judá no parece haber tomado en cuenta estas reglas familiares cuando escogió como esposa a la madre de sus tres hijos mayores. Lo cierto es que la Biblia NI SIQUIERA menciona el nombre de esa mujer cananea que él tomó como esposa.

Así que muere Er, el hijo mayor de Judá. Pero tenemos que aun si no existía la ley de levirato tal como se planteó más de dos siglos después en la Ley de Moisés, Judá la menciona cuando le dice a su segundo hijo Onán, que produzca descendencia que reciba el nombre de su hermano, a partir de su viuda. Esto puede parecer un poco extraño para nuestra mentalidad, pero en tiempos antiguos era costumbre que un hijo primogénito fuera el que diera descendencia que heredara el "apellido" o herencia principal de su padre, una doble en comparación con el resto de sus hermanos si los tuviera. Por eso si el mayor moría, el siguiente tenía que darle descendencia por su esposa ... pero el o los hijos que salieran de esa unión quedaban como hijos del hermano y no del segundo. Era un asunto legal que tenía que ver con patrimonio familiar.

Pero Onán no quiso cumplir esta norma. Aunque esa decisión más tarde en la Ley de Moisés se deja al familiar, no sabemos si era el caso según las costumbres de la familia de Jacob y de los habitantes de Canaán en esta época. El asunto es que Onán decidió no darle descendencia a su hermano, pero AUN ASÍ se acostaba con la viuda, y para impedir que quedara embarazada interrumpía el coito derramando el semen en la tierra. Eso fue abusivo, porque si él no quería darle hijos a su hermano, debía haber respetado a Tamar, la viuda, y no acostarse con ella, o al menos respetar su derecho de tener un hijo dentro de la familia como era su derecho. Tengamos en cuenta que para una mujer en esa época, el no tener hijo era una vergüenza y una humillación ... y al no tener esposo, viuda y sin hijos, era como estar totalmente desprotegida en un ambiente donde se daba tanta importancia al tamaño de la familia y los hombres del país podían abusar de ella.

Cuando Jehová vió que Tamar estaba siendo humillada así, y que Onán estaba actuando tan vilmente, Jehová le dió muerte. La esperanza de tener hijos según esa norma recayó en que Selá, el hijo menor de Judá, le fuera dado para tener esa descendencia familiar a que ella tenía derecho. Pero como Judá había visto que Dios había castigado a sus dos primeros hijos, él le dió falsas esperanzas y le dijo que se fuera con sus padres y que cuando Selá creciera lo suficiente él se lo daría para que le diera descendencia ... pero en realidad no tenía la intención de dárselo por temor de que le pasara algo malo también a él. Todo este enredo sucedió en varios años, por lo menos 20, en que los hijos de Judá crecieron ... también esta mujer se hacía mayor y su esperanza se estaba acabando. Debía estar desesperada por su situación.

Esta es la continuación del relato, y abarca los versículos del 6 al 11 de Gén. 38. Espero que esta semana pueda abarcar la lectura completa, porque la próxima semana estaremos estudiando los capítulos 40 y 41 de Génesis en nuestras reuniones y con buen tiempo, abriré aquí otro tema para ellos.

Si les agrada el tema pueden dar su opinión y así me estimulan a seguir compartiendo ... o si tienen alguna pregunta, pueden hacerla, que yo intentaré responderla. Gracias por leer.

Cita:

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Los testigos de Jehová estudiamos la Biblia entera todos los años. Una de nuestras reuniones semanales consiste en un estudio detallado de uno o más capítulos de la Biblia, desde el principio hasta el final

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Te felicito.
También habemos quienes estudiamos otras cosas.

Pasados unos años la esposa "sin nombre" de Judá y madre de sus tres hijos mayores también murió. Judá tiene un período de duelo y cuando termina su luto vá nuevamente a visitar a su amigo que había visitado antes y donde había conocido a la difunta. A estas alturas su hijo menor ya había crecido lo suficiente, pero Judá no tiene ni la más remota intención de dárselo como esposo a Tamar para que ella tenga descendencia dentro de la familia. Tamar se entera de que su suegro viene al pueblo. Ella sabe que ahora es viudo, y planea una estrategia para no seguir siendo burlada. Se viste como si fuera una prostituta y se sienta como era costumbre de esas mujeres en un lugar donde Judá tenía que pasar y la vería. Para que no la reconozca se pone un velo y cubre su cara. Al pasar por ahí Judá la desea para tener relaciones sexuales con ella, como prostituta, tal como ella había planeado. Ella accede, pero no sin antes asegurarse de que pueda demostrar quién es el padre de la descendencia que ella llegaría a concebir de aquel acto. Le pide a Judá prendas como garantía de pago, y le dice que cuando le pague por su servicio ella se las devolvería. De esa manera ella se encarga de que su derecho a descendencia dentro de esta familia a la que pertenece sea respetado. Judá termina teniendo relaciones con ella y ella queda embarazada.

Luego Judá envía un hombre para recuperar las prendas y realizar el pago, pero ya Tamar se ha ido del lugar, y nadie dá cuentas de que allí hubiera estado alguna prostituta de templo prestando esta clase de servicio. Con el tiempo le informan a Judá que Tamar está embarazada y él se enfurece, porque aunque no ha respetado los derechos de ella, el hecho de que una mujer de su familia tenga relaciones como prostituta se convierte en un problema para él. Así que decide condenarla como inmoral y alienta a que sea quemada. Sin embargo ella pide audiencia ante Judá y muestra públicamente quién es el verdadero responsable de su embarazo, enseñando las prendas del hombre con quien tuvo relaciones sexuales. Judá se dá cuenta de que toda esta situación fue su propia culpa, y declara que ella es más justa que él mismo. De ese modo ella queda como esposa de Judá y el fruto de su embarazo se contaría como descendencia directa de él. Aun así, Judá nunca más vuelve a tener relaciones sexuales con ella.

Resultó que Tamar tuvo mellizos; sus nombres fueron Pérez y Zérah. Así que los descendientes que pertenecieron a la tribu de Judá por sus hijos llegaron a ser tres familias grandes: los descendientes de Selá, el hijo menor de su esposa difunta, fueron llamados selanitas; los descendientes de los mellizos de Tamar fueron los perezitas y los zerahitas, y estas tres líneas judaicas continuaron formando parte de Israel por muchos, muchos años. Pérez, uno de los mellizos de Tamar, fue el antecesor de Jesucristo.

Y aquí termina la historia narrada en el Cap. 38 de Génesis, donde aprendemos cómo surgen los descendientes de la tribu posterior de Judá. Aprendimos muchas cosas aquí. Me gustaría hablar de esas lecciones en otro post, antes de pasar a Gén. 39. Si Uds han encontrado algún detalle interesante en este capítulo, lo pueden comentar igualmente.

Gracias por leer.

Hoy es ya domingo y no voy a terminar este análisis esta semana ... pero igual el tema vá a quedar aun cuando comience otros para tratar los pasajes de las semanas siguientes.

Igual y me gustaría hablar de algo que aprendí con Gén. 38:

Tamar no era israelita, pero aun así, Jehová no permitió que fuera vejada injustamente. Aunque su estrategia fue algo peculiar, Jehová permitió que diera resultado para mostrar su justicia para con ella. De esa manera, y más importante aun, Jehová mostró que sin importar los obstáculos, sin importar si una persona supuestamente designada para un puesto se vuelve inicua, y sin importar lo que alguien pueda hacer para intentar obstaculizar Su propósito, al final éste siempre se cumple ... y me refiero a la descendencia que debía venir a partir de Judá muchos años después. Este relato nos muestra que los pensamientos de Jehová son mucho más altos que nuestros pensamientos (Is. 55:9), y las cosas que hizo, hace y hará, se cumplen de forma maravillosa, o sea que a veces incomprensible e impresionante para nosotros.

Si alguien no desea compartir otra cosa que podemos aprender del relato sobre Tamar, supuestamente en los siguientes posts de este tema hablaré del Cap.39 de Génesis, que también forma parte del estudio de esta semana. Si desea mantener el ritmo de lectura de la Biblia semanal que seguimos los Testigos, lean ese capítulo por Uds mismos en sus versiones de la Biblia, y analícenlo para que también comenten sobre él en el futuro. En ese capítulo se sigue hablando de la historia de José, que había sido interrumpida con el Cap. 38 ... La historia de José es una de las historias más emocionantes de la Biblia. De ese capítulo 39 de Génesis hablaré aquí mismo posteriormente.

En el capítulo 39 de Génesis, José, con cerca de 17 años, es llevado a Egipto por la caravana a que fue vendido por sus propios hermanos. Era un hombre joven, fuerte, criado en el campo y bien alimentado y cuidado. Como esclavo debió ser uno bien estimado y vendido a un precio elevado por sus condiciones. Por esa razón, terminó siendo comprado por un funcionario de la corte egipcia, Potifar, que estaba relacionado con la guardia del faraón y hasta con la cárcel de la corte. Pero Jehová no abandonaba a José, así que en todo lo que hacía le iba lo mejor que podía irle en sus condiciones; incluso la gente en manos de quien caía, se daban cuenta de que sus asuntos prosperaban por tenerlo a él cerca ...

Potifar lo puso sobre toda su casa ... y todo iba bien, hasta que su mujer comenzó a fijarse en José con un interés sexual. El muchacho siempre estaba evitándola, hasta que un día ella se las ingenió para acusarlo de querer violarla, por la razón de que se sentía airada por su rechazo. Cuando el marido llegó, se puso muy furioso con José y lo metió a la cárcel. Las cosas parecían no ir bien, pero ni siquiera allí Jehová dejó de cuidarlo y hacer que le fuera todo lo mejor posible en su condición ... Lo que le esperaba no iba a ser tan malo como lo que había vivido desde que sus propios hermanos lo vendieron. Jehová tenía preparado algo muy especial para él.

Continúo en posts siguientes.

PD: Antes había dicho que abriría un tema diferente cada semana, pero me parece mejor continuar el análisis bíblico aquí, aunque tenga que hablar de forma interrelacionada entre pasajes y pasajes ... porque no he visto mucho movimiento en el tema. Igual si quieren estar al día, esta semana el estudio de la Biblia que hacemos semanalmente está tomado de Gén. 40 y 41.