Iniciado por
Fausto1880
Gobierno masón. Prohibición de la Iglesia, cierres de sus colegios y universidades, robo de sus propiedades, fusilamientos de curas por dar misa o impartir los sacramentos... Y algunos mejicanos católicos decidieron rebelarse. ¿Qué tiene de extraño que proteste aquel a quien están pisando?
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Prohibiciones constitucionales de 1917.
El artículo 3: Prohíbe que cualquier religión o ministro de culto imparta clases o dirija centros escolares. Es decir, se impide a los padres que puedan elegir la educación de sus hijos, al estilo de los estados totalitarios.
El artículo 24: prohíbe toda manifestación pública de Fe. Eso sí, se habla de “libertad religiosa”. La “neolengua”, se habla de libertad para proclamar justo lo contrario.
El artículo 27: Dispone que todas las propiedades de la Iglesia pasan a ser del Estado. El robo institucionalizado.
El artículo 130: No se le reconoce personalidad jurídica a la Iglesia, deja de existir oficialmente.
Así se sentaban las bases “jurídicas” para perseguir a la Iglesia y a los católicos.
Por ejemplo, la confesión quedaba prohibida… salvo que se realizara en presencia de un agente de la “ley”.
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Persecución
Bomba en el Palacio Arzobispal.
Explosión contra la Basílica de Guadalupe y la imagen de la Madre del Tepeyac.
Expulsión de Ernesto Filippi, representante de El Vaticano, por haber participado en la bendición de la primera piedra del monumento a Cristo Rey.
1926, “Ley Calles”, pretende prohibir todos los actos de culto, los sacramentos y la catequesis. Se declaraba el cierre de monasterios y conventos; se suprimía la libertad de prensa religiosa y se declaraba la expropiación de los templos a la Iglesia, entre otras drásticas medidas.
Castigos previstos: multa, cárcel… muerte por fusilamiento. El Episcopado Mexicano ordena la suspensión del culto para evitar males mayores.
Creación de la “Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa”.
Los medios pacíficos no obtuvieron resultados y en enero de 1927 se inició la revuelta armada.
Desde 1926 a 1928 fueron asesinados por el Gobierno más de 55 sacerdotes, detenidos durante la celebración de la misa.