Crisis en oriente medio

JERUSALEN.- Un día después de que Irán probara nueve misiles de mediana y larga distancia, la situación en el Golfo Pérsico alcanzó ayer un nuevo pico de tensión con las advertencias lanzadas por Estados Unidos e Israel, que afirmaron estar decididos a defender sus "intereses" en la región.

A pesar de las amenazas, Teherán tensó aún más la cuerda y volvió a realizar ayer un nuevo ensayo balístico, con cohetes con capacidad de alcanzar territorio israelí.

"Israel es el país más fuerte de la región y en el pasado ha demostrado que no tiene miedo de actuar cuando sus intereses vitales corren peligro", afirmó el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, en el cuartel general del Partido Laborista, en Tel Aviv.

"Irán es un reto no sólo para Israel, sino para el mundo entero", añadió.

Barak abogó, no obstante, por solucionar por la vía diplomática el conflicto en torno a las ambiciones nucleares de Irán y advirtió que, antes de un ataque militar, Israel debe tener en cuenta las reacciones de otros enemigos. En ese sentido, el ministro citó a la organización islamista palestina Hamas, a la milicia libanesa Hezbollah y a Siria, los tres considerados aliados de Teherán.

La advertencia de Barak tuvo lugar un día después de que Teherán realizara una polémica prueba de misiles, que incluyó el lanzamiento del Shahab-3, que tiene un alcance de 2000 kilómetros, o sea, dos veces la distancia que separa la frontera oeste de Irán con Israel.

A la hora de mostrar el "éxito" del ejercicio militar de anteayer, el gobierno de Teherán retocó una fotografía que luego divulgaron los medios. Al parecer, la foto fue manipulada digitalmente para sumar un cuarto misil cuyo lanzamiento falló y que fue regenerado digitalmente en la imagen.

También Estados Unidos, prinicpal aliado de Israel, reaccionó a la prueba misilística. "El mensaje para Irán es que defenderemos los intereses norteamericanos y los de nuestros aliados", declaró la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.

"En la región del Golfo, Estados Unidos ha reforzado su capacidad en materia de seguridad y su presencia [para garantizar] la seguridad", añadió.

"Trabajamos estrechamente con todos nuestros aliados para garantizar que sean capaces de defenderse [...]. Tomamos muy en serio nuestra obligación de ayudar a nuestros aliados en la autodefensa. Nadie debería dudar de esto", agregó la jefa de la diplomacia norteamericana.

El gobierno de Teherán no demostró ninguna intención de ceder y denunció como "injustas y erróneas" las críticas pronunciadas anteayer por Estados Unidos y otros países occidentales contra la prueba balística realizada por la Guardia Revolucionaria, la fuerza de elite iraní.

"Las evaluaciones unilaterales y las interpretaciones subjetivas sobre los ejercicios defensivos de las fuerzas de la República Islámica tienen como objetivo hacer propaganda a favor del régimen sionista [por Israel]", dijo el vocero de la cancillería, Mohamad Ali Hoseini. Además, acusó a Estados Unidos y a "algunos aliados occidentales" de "hacer caso omiso de las maniobras militares y las repetidas amenazas de los políticos y los medios de comunicación sionistas contra Irán".

Agencias AP, AFP, EFE y DPA