En estos últimos días he sido una completa hipócrita conmigo misma. Realmente no sé si en estos días o gran parte de mi vida. Y no soy la única, muchos lo son… la mayoría. ¿Por qué? Porque nos ponemos un disfraz, un disfraz para protegernos y no develar lo que somos enteramente. ¿A qué voy con esto? Muchas personas mostramos ser fuertes, insensibles, frías, adaptadas a las costumbres del nuevo siglo. ¿A qué me refiero? Estos días intenté adaptarme al mundo como una gran cobarde, como una estúpida hormiga que sigue a la masa. Fingí disfrutar de una relación casual, seguí el estereotipo “no me importa nada”… ¿y qué gano con eso? Puedo vender una imagen de triunfadora y sin embargo, ¿qué mayor triunfo que la felicidad? No lo obtuve. Un simple error me pudo haber llevado a cometer el peor error de mi vida (y no exagero). No voy a dar detalles al respecto ya que este es un blog público y así como hay gente que lee con las mejores intenciones, sé que también hay gente con demasiada maldad. Además hace poco empecé a importar mis escritos al facebook =)
El hecho de luchar por mis ideales durante tantos años me trajo muchos momentos de angustia, desilusión, decepción… y sin embargo también me trajo momentos de felicidad a largo plazo. Intenté dejar de luchar por ellos y adaptarme a la “joda”, ya que de afuera se ve como un mundo todo ok. Es verdad, allí no hay angustia ni sufrimiento, quizá alegría porque ni siquiera es felicidad… a corto plazo. Y sin embargo, no hay angustia ni sufrimiento porque hay un gran vacío.
Me da vergüenza haber caído en semejante pendejada pero buee… es parte del proceso para llegar a ser un adulto.
¿Qué pasa conmigo? ¿Qué pasa con los disfrazados?
En mi caso, no sé si afortunadamente o desgraciadamente… en esencia soy una chica tierna, dulce, inocente, idealista, luchadora, seria, romántica… y sin embargo muchas veces mostré lo contrario. La mayoría me ve como una indecente, perra, fogosa, superficial, calentona… como la mayoría de las chicas de hoy… o como la mina que cualquier pibe querría tener de amante. Pero no, soy más dulce de lo que parezco… soy más débil de lo que aparento. Y aunque suene ridículo y me duela admitirlo, todavía creo en ese príncipe azul que uno sueña que llegue al ver una película de disney. Espero amar y ser amada, casarme, tener hijos… el sueño de ¿toda mujer? Quizá esté equivocada, quizá no, pero sé que muchas mujeres se vieron obligadas a ponerse el disfraz de “chica de la nueva era” como yo lo hice en su momento porque la sociedad misma te va llevando a eso. Por miedo a sufrir.
¿Cómo caí en eso? Me lastimaron, me decepcionaron, me desilusionaron. Ok, sueno como una completa loser. Pero me hace sentirme más loser el hecho de haber sido hipócrita alguna vez, NO MÁS.
Muchos sabrán que horrible se siente abrir tu corazón a una persona, mostrarte tal cual sos y que el otro no te valore. Eso me pasó. Y es terrible.
Soy linda, soy inteligente… ¿qué pasa? Al final terminan prefiriendo a una puta de cabaret. ¿Eso es lo que buscan? Bueno, yo no puedo ser lo que buscan. Detesto tener tantos chicos atrás y que ninguno me valore por lo que soy. A veces dudo acerca de quien sufre más en la vida… si las lindas o las feas. Si sos fea, nadie te da bola. Si sos linda… miren con lo que tenemos que convivir…
Los gritos diarios en la calle que te hacen sentir como si fueras un espectáculo o algo así y lo peor… que el chico que te gusta sólo le interese tu apariencia. Eso pasa. Les interesa nomás un beso mío, garchar y nada más.
Todavía me pregunto si algún día encontraré ese chico al que le interese sinceramente todo lo que escribo, lo que pienso, lo que siento. El que disfrute mi compañía sin pretender algo más. El que se ría de mis chistes pelotudos jaja. En el que pueda confiar. Del que me pueda sentir orgullosa. El que me vea más que como una pendeja. El que actúe como un caballero. Aquel que me defienda. ¿Existe alguien así?
Existió alguna vez y creo que fue la única vez que realmente quise a alguien pero fue hace tanto tiempo que ya prácticamente no lo recuerdo.
Alright, ahora vienen las críticas con respecto a mis fotitos. Admito que son provocativas, admito que son osadas pero es que una también quiere sentirse “sexy” una vez en la vida. Lo que no entiendo es como no se dan cuenta que hay una persona con sentimientos en esa foto… más allá de la pose o la vestimenta.
Y así sigue mi disfraz… parezco creída, soy humilde… parezco compleja, soy re simple.
Ese disfraz que uso atrae mucho y por eso lo uso pero a nadie le interesa ver que hay “más allá”. Quizá porque yo misma me encargo de alejar a personas con buenas intenciones con mi disfraz. Y es que cada día me cuesta más confiar en alguien… ya que pasaron muchos “chamuyeros” por mi vida… y OJO, los felicito… porque la estúpida fui yo en caer en el juego.
¿Adónde quiero llegar con todo esto? No se preocupen, no es un simple escrito de una mala experiencia. Es para transmitirle algo a ustedes y a mí también… ¿por qué no? Varias veces me hizo bien releer cosas que escribí para abrir los ojos.
Repito una vez más, no nos olvidemos de nuestra esencia. El lugar cambia, las costumbres cambian, el tiempo pasa pero nuestra esencia SIEMPRE será la misma. Nací para ser dama y simulé ser trola. Eso no es bueno.
A vos, sí, vos… quizá te dé miedo mostrarte a los demás como sos por el hecho de ser señalado o que te tachen de perdedor. Pero de nada sirve actuar. De nada sirve huir de uno mismo. Mientras más uno huye, mas se aleja de la felicidad.
Me costó reconocer mi error, al menos me di cuenta a tiempo. Ahora simplemente voy a luchar por lo que creo. Y si tengo que sufrir, sufriré… pero al menos voy a saber que no fue por cobardía ni por hipócrita ni por mi culpa.
