El gran negocio de los trileros
Cuando tengo la suerte de viajar a Barcelona en viaje de negocios, siempre me tomo un tiempito extra y disfruto de dar un paseo por las Ramblas. Esa calle, inundada por comerciantes y turistas de todo el mundo. Aun así todavía me encanta pasear por ella ya que las cadenas internacionales aun se quedan ignorantes del sitio, dejando así lugar a empresas pequeñas y restaurantes regionales típicos.
Generalmente cuando deseo un refrigerio, algo pequeño para comer, siempre me siento afuera en la terraza de mi restaurante preferido, que ofrece a la cocina euscalduna entre otros platos turísticos. Saboreando a unos chipirrones en su tinta o una ensalada de bogavante, me dedico a observar los transeúntes, turistas, grupitos y parejas que deambulan por la zona.
Entre todos ellos aparecieron periódicamente "los trileros", un grupito de personas que se reunen entorno a un hombre con una pequeña mesita en la que solo se encuentran tres vasos y una bolita. Me llamo la atención lo fácil y sencillo que parecía el juego. Solo había que adivinar debajo de que vaso se encuentra la bolita, después que el dirigente del juego cambiaba con movimientos rápidos la posición de los vasos debajo de el cual habría colocado la bolita. Como desde mi butaca en el restaurante, podía observar bien el panorama, así fue como me gane algunos conocimientos acerca de como este tipo de estafadores manejan "el negocio"
El transeuente puede observar "al trilero" jugando con dos o tres personas, y nota, que algunos de los supuestos “clientes” (el apostador ganador claramente es un palero -complice-) pierden o reciben billetes de 10, 20 hasta 100 Euros.
El cliente se informa como funciona el juego y asume que si lo observa bien, se puede ganar fácilmente algunos Euros.
Empezando con billetes de 10 Euros, que por supuesto lo pierde de inmediato, por que "el trilero" manipula los tres cubiletes de una manera sorprendente (esconde la bolita en su mano dejando el cubilete vacío en el que la víctima presupone la bolita). Enseguida uno de los paleros cómplices viene para dar consejos a la víctima, para que ponga su mano encima del cubilete, y el cliente pierde otra vez, la maldita bolita por enésima vez no está donde el lo imaginaba.
El colmo del negocio es cuando la víctima se quiere ir para guardar por lo menos un poquito de su dinero restante, inmediatamente viene otro estafador para „ayudar“ y ofrece a recuperarlo todo – los dos cooperan pero con 100 Euro o más. Claro, que también pierden el dinero. Luego regresa para preguntar cuánto dinero se queda todavía en el bolsillo de la víctima, hasta incluso empezar a argumentar con el estafador (todo es show), dando a la víctima la última chance para recuperar algo de su dinero.
No cabe duda, es un fraude muy conocido, pero no se pierde la esperanza ya que cada día nace un ingenuo – así piensan los estafadores. Lo interesante de la observacion es cuántas personas están colaborando en este fraude tan simple. El grupito de trileros en las Ramblas consiste de por lo menos 10 personas, cuyos papeles cambian con el tiempo. Hay como de 3-6 “paleros”, asociados con el estafador, que vienen y van su camino, para así dar la impresión de que fuera un juegito normal, inofensivo y hasta entre 4 a 6 personas haciendo de centinela. Todos tienen un papel predefinido para que la víctima caiga en la tentación. Claro que el negocio termina momentaneamente con la aparicion de la policia, para continuar una vez que se hayan ido.
Claro, que a nosotros personas avisadas nunca íbamos a tragarnos el anzuelo, ¿verdad?
Supongo que así también pensaban las víctimas del estafador Bernard Madoff, que en su esquema pirámide, los inversores mismos, sirvieron como asociados del estafador sin saberlo.
La Internet entre otros también sirve de plataforma para juegitos del tipo "trile", aplicando de igual forma el principio de los asociados aparentemente inofensivos, que sirven para distraer la atención de la víctima ingenua. Aún es más efectivo, por la "seguridad" de esconderse bajo el anonimato, no hace falta salir corriendo desenfrenadamente cuando aparecen los mossos d´esquadra o la policía.
Dejemos suponer que los esquemas del jueguito tipo "trile" no necesariamente se use para sacar dinero. En la red, lo más importante es recopilar, manipular opiniones o hasta mover a las masas. En la política la estrategia de utilizar a "los paleros" sirve muy bien para distraer la atención del ciudadano público con temas banales, mientras que los “trileros políticos” se encargan dejan pasar leyes de gran importancia y gravedad en sus gremios legislativos. Y los otros discutiendo con los paleros.
Claro que no siempre cuando aparece un grupo haciendo alboroto público, habrá “trileros” cosechando lo suyo, pero hay que saber quedarse alerto y atento, para registrar y si fuera necesario escanear lo que se trata de ocultar por otros lados.
