En los días de Cristo, el Sol estaba en los siete grados de Aries. Fueron necesarios quinientos años para llevar la precesión al trigésimo grado de Piscis. Durante aquel tiempo la nueva iglesia vivió en medio de violencias ofensivas y defensivas que justificaron plenamente las palabras de Cristo: "Yo no vine a traer paz sino una espada. (RM, pág 101). Max Heindel.http://3.bp.blogspot.com/-9hgxFnh0px...1600/hadas.jpg