Los orgasmos anales, su existencia real.
Orgasmos anales, su existencia.
El propósito de este tema es: *Con una penetración anal se puede llegar a tener un orgasmo tan satisfactorio como con una masturbación peneana o clitorial.*
Para facilitar discusiones se estima conveniente aportar algunos hechos y conocimientos que se derivan de algunas experiencias y estudios del tema.
Con todos los antecedentes a enumerar más abajo, no fue posible llegar a un orgasmo con la penetración anal, sin embargo hay gente en la Red que dice haberlo sentido, por esto se propone esta discusión para que más personas aporten su experiencia.
Experiencia y conocimientos a mostrar.
A pesar de ser absolutamente heterosexual, a causa de mi acendrado y fanático fetichismo por zapatos con tacones imposibles de usar por lo extremadamente altos que son, he experimentado de varias maneras buscando más alternativas de placeres sexuales, para incentivar aún más mi libido
Entre tantos experimentos para conseguir mi propósito, he usado por mucho tiempo el de la penetración anal, ya que supe que mi recto tiene una muy íntima proximidad con mi próstata, esa glándula que produce mi semen y que por lo tanto está muy íntimamente ligada por medio de un sistema nervioso muy definido con todo mi sistema reproductor, incluyendo mi pene, su cabeza y lo absolutamente más fundamental, mi cerebro.
El cerebro es la única parte del cuerpo capaz de darnos el placer sexual .
El cerebro a ser informado de que hay un roce en alguna de las zonas eróticas del cuerpo, al cabo de un tiempo de sentirlo, da la orden de generar un orgasmo, partiendo por ordenar a la próstata que desencadene la eyaculación de su semen, por lo cual esta glándula es entre todas las zonas eróticas la más sensible a una frotación, es incluso más sensible que el mismísimo pene, ya que a diferencia de la próstata, el pene está siendo frotado muy frecuentemente por la ropa y las manos, por lo que su piel es mucho más gruesa que la piel de la próstata.
Una penetración anal por pequeña que sea frotará la próstata, la que en el caso de un análisis prostático médico para investigar un posible cáncer a la próstata, el tocarla el médico causa una sensación al parecer algo dolorosa, lo que se debe que no es una frotación suave como la que genera un objeto apropiado para ello, un consolador e incluso un pene de varón.
Aunque la mujer no tiene próstata, ella también tiene su red nerviosa sexual extendida por la parte inferior del tronco, o sea la vulva, el perineo y el ano, por lo que en la Red se puede encontrar en los sitios pornográficos abundantes casos de tal vez deliciosas penetraciones anales en mujer, para quien explica aquí se cree que siempre es posible que el cerebro pueda hacer sentir un orgasmo de este modo en un instante de gran excitación erótica.
Como la penetración con esa calidad de objeto, se provoca un poderoso aumento de la erección del propio pene, esta penetración es usada como un fuerte estimulante de le erección del pene propio, entre las personas que conocen de este mecanismo, sea uno mismo o la pareja sexual.
Es muy lamentable que este fenómeno haya sido ignorado o despreciado por la gente común, sea por ignorancia, por falta de educación sexual, por tabúes de origen religioso, o por la errada creencia de que es cosa solo de homosexuales.
Se hace necesario recordar que la definición exacta de la homosexualidad, es que un homosexual solo desea sexualmente a personas de su mismo sexo, lo que en este caso no existe.
En sitios pornográficos de la Red se puede ver penetraciones tanto anales cono vaginales realmente imposibles de profundas o gruesas para una persona común, según los estudios de medicina estas penetraciones no pueden ir más allá de unos 20 cm. dentro de una vagina o un recto, ya que el recto tiene un su parte superior un codo de 90° hasta llegar al extremo inferior de nuestro intestino grueso.
En cuanto al grosor éste tampoco puede ser mucho más allá que unos 68 mm, como un máximo ya difícil de alcanzar, so pena de un sangriento desgarro anal.
Con la experiencia puedo afirmar que una profundidad común es de 17 cm. después de este límite, se abre la posibilidad de perforar la pared intestinal, con grave riesgo de una tal vez mortal peritonitis.
En cuanto al grosor después de muchos y pacientes ensayos solo se pudo ingresar por el ano hasta un objeto sólido de 68 mm. y uno flexible de 70 mm., si se intenta con algo más grueso se puede abrir la parte posterior del hueso coxis (La colita, base de la espina dorsal) el que forma las caderas del cuerpo, lo que genera un fuerte dolor en esa zona, lo que impide sentarse bien por varios días si es que fue poco el mayor ensanche, en caso de uno mayor el coxis de quiebra allí.
En la mujer esta zona es de cartílago flexible para permitir el alumbramiento de los bebés, cuya cabeza es de unos 12 cm, de diámetro y aún así muchas mujeres padecen de dolor en esa zona cuando el bebé esta encajado y listo para el parto.
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