El “espejito mágico” ya es una realidad
No te dice "quien es el más guapo del mundo", como en el cuento de Blancanieves, pero poco le falta. A partir de ahora, probarse una prenda será una experiencia totalmente interactiva. Gracias a la tecnología de radiofrecuencia, y un poco de imaginación, la empresa norteamericana Avery Denisson ha desarrollado un espejo que permite al usuario conocerlo todo acerca de la pieza de ropa que ha escogido. Ya no hay que salir del probador para pedir una talla más o menos, y si se te ha pasado por alto que la prenda tiene complementos, el espejo te lo dirá.
El código de barras cumple 30 años, y prepara su retirada ante la aparición de una competidora mucho más efectiva: la radiofrecuencia. Esta nueva tecnología, que permite identificar los productos a distancia sin necesidad de acercarlos a un lector como ocurre ahora, está llamada a ser la nueva revolución de los procesos logísticos y de los puntos de venta al consumidor, donde con un poco de imaginación se pueden conseguir resultados increíbles.
La compañía norteamericana Avery Denisson ha desarrollado un espejo muy especial: gracias a la radiofrecuencia, este espejo detecta cualquier producto que se sitúe delante suyo, y nos ofrece toda la información relacionada que esté disponible. Este espejo interactivo, actúa como un verdadero asesor personal para el consumidor, recomendando los mejores complementos para la prenda que hemos escogido; proyectando en su superficie el desfile de moda de la temporada para que conozcamos las tendencias; o avisándonos de que esa es la última pieza de esa prenda que queda en la tienda.
La interacción no es sólo entre el consumidor y el espejo, sino también con el personal del establecimiento. Por ejemplo: si te gusta la camiseta que te has probado pero la quieres en otro color, el espejo te dirá si está disponible; pero si además quieres probarte otra talla, basta con presionar un botón para que el dependiente más cercano reciba un mensaje en su PDA y te la traiga sin que tengas que salir del probador.
Del código de barras al “chip”
La Asociación de Fabricantes y Distribuidores AECOC presentó recientemente este asombroso invento, coincidiendo con la celebración del 30 aniversario del código de barras, un invento revolucionario que ahora se prepara para ceder el relevo a otros sistemas mucho más avanzados.
No en vano, el chip de radiofrecuencia EPC (Electronic Product Code), que AECOC promueve y desarrolla en España, es, según los expertos, el relevo generacional del código de barras. Al igual que éste, el EPC permite identificar de manera inequívoca cualquier tipo de mercancía o producto, si bien no necesita que exista un contacto físico entre éstos y la antena lectora.
Además, aporta dos claras ventajas adicionales en relación al código de barras tradicional: la primera de ellas es que puede almacenar mayor cantidad de información sobre el producto. La segunda, que es un auténtico DNI en la medida en que permite identificar y distinguir dos artículos de idénticas características (dos camisetas de la talla M, del mismo color y del mismo fabricante, tienen identificaciones distintas).
No es de extrañar, por tanto, que un cincuentena de empresas españolas entre las que figuran Correos, Renault, Grupo Leche Pascual o KH Lloreda estén ya sometiendo a prueba este estándar, y que, internacionalmente, lo estén también testando grandes compañías de distribución como Wal Mart, Tesco, Marks&Spencer, Metro o Kaufhoff.
No obstante, y aunque viendo estos desarrollos tecnológicos resulta sencillo imaginarse cómo serán las tiendas del futuro, actualmente muchas compañías están probando el EPC en sus trastiendas; es decir: en el entorno logístico per no comercial.
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