Iniciado por Sancho_m;1694940323[SIZE="6"
]El fanatismo no es más que la fe de los necios e incultos,[/SIZE] de estos dos elementos que casi siempre van unidos, se nutren las filas de los fanáticos ya que estos no tienen criterio propio, y gracias a ello les puede influir cualquiera.
Llevados de este extremo, las religiones aprovechan la abundancia de estos individuos, para cometer verdaderas atrocidades contra el que disiente de su manera de la interpretación que unos cuantos hacen de dicha religión.
Afortunadamente, hoy los fanáticos del cristianismo no pueden ejercer sus principios como antaño lo hicieron, acordaros de las salvajadas de la inquisición, que una parte de la iglesia se aprovecharon de un pueblo imbécil e inculto que los apoyaba. Eso fue una fe mal entendida impuesta a la plebe como fe. Hoy aún quedan otras religiones que practican este fanatismo.
Pero en España no estamos libre de otra forma de inquisición, pues el lugar de la iglesia hoy se han apropiado de esta execrable bandera algunos partidos políticos que, aprovechando la gran abundancia de imbéciles que todavía existen en el siglo XXI, les han impuesto el fanatismo del separatismo y matan psíquicamente a destajo a hombres, mujeres inocentes, en nombre de una idea inculcada, exactamente igual que hicieron nuestros antepasados con la fe religiosa.
Y lo mismo que ocurre con el separatismo, ocurre con cualquier otra idea política cuando esta idea tiene toques fanáticos, entonces los dirigentes de los partidos pueden cometer las tropelías que les apetezcan contra el pueblo que saben que cuentan con el beneplácito incondicional de sus huestes fanáticas.
No hay nada más nefasto para un país que una ideología intransigente que aunque les estén arruinando la vida siguen defendiéndola y en España lo vemos en los partidos de izquierdas, PSOE. IU, PODEMOS ETC. y no así en la derecha, que no es ideológica, sino practica y no te une ningún vínculo emocional a ningún partido.
P/D Este es mi pensamiento, respeto otros que sean diferentes, pero lo que nunca haré será tratar de convencer a un ideólogo de lo que anteriormente he expuesto, ya que lo considero totalmente inútil.
